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Fue una larga semana la que pasó después del accidente. El equipo de Max prefirió retirarse de la competencia antes que buscar otro miembro por lo que los gammas se llevaron el trofeo inmediatamente. Algo que los tenía muy felices celebrando por tres días con grandes fiestas. Fiestas a las cuales Bradley no asistió, el castaño solo salía de su habitación para ir a clases y luego volver. No le dirigía la palabra a nadie y las pocas personas que lo veían estaban de acuerdo en algo, no estaba de un buen ánimo.

En su teléfono comenzó a mirar fotografía tras fotografía donde estaban el y Max. Fotografías que marcaron los mejores recuerdos de su vida, ahora solo le causaban dolor. Respirando profundo termina por dejar el teléfono de lado y ocultar su rostro en sus brazos sobre el escritorio, hasta que a los pocos minutos comenzó a sonar en una llamada. Sin ánimos de hablar con nadie estaba a punto de colgar hasta que vio que se trataba de su madre a lo que respondió de inmediato.

— ¿Hola? — pregunto aún sorprendido levantándose de su asiento.

— Bradley... Necesito que vengas a casa mañana temprano. Es algo importante — se escuchó con una voz dulce pero algo temerosa del otro lado de la línea

A punto de decir algo solo escucho como la llamada se corto de repente. Respirando profundo el castaño solo pegó el teléfono a su frente sintiéndose abrumado. Lo que sea que haya pasado, por el tono de su madre, sabía que no era nada bueno.

Su puerta comenzó a sonar con unos golpes suaves así que dejó su teléfono en el escritorio y se sentó en la cama cruzado de brazos.

— Adelante — desvío la mirada de la puerta fingiendo estar molesto.

— ¿Bradley? ¿Está todo bien? — pregunto tanque preocupado entrando a la Habitación cerrando la puerta detrás de él.

— Creí haber dicho que no quería que nadie me molestará — protesto fingiendo indignación

— Lo sé, es solo que has estado actuando algo raro estos días. Te has mantenido bastante alejado de todos aún cuando quieren celebrar la victoria contigo. Creí que estarías feliz pero en toda la semana ni siquiera nos has hablado — se sentó a lado de Bradley y puso su mano sobre el hombro del castaño — ¿Qué sucede? — pregunto preocupado

Bradley no quería que nadie lo mirara en la situación en la que estaba. Creía que sería bastante humillante pero si no hablaba podría explotar en cualquier momento. Y si había alguien a quien le tuviera la suficiente confianza como para eso, ese era tanque.

— Primero tienes que prometer que no le dirás nada a nadie — pidió el castaño aún dándole la espalda comenzando a jugar con sus dedos

— Si así quieres no lo are — acepto tanque

Bradley suspiro y giro su cuerpo para estar frente a él. Estaba apunto de hablar cuando sintió las lágrimas salir de sus ojos y recorrer sus mejillas. Abría la boca pero las palabras no salían. Respiro profundo varias veces buscando fuerza pero todo esfuerzo era en vano. Rendido solo bajo la cabeza y apretó los puños sobre el colchón de la cama.

Él enorme cuerpo de tanque rodeo a Bradley en un abrazo lo cual el agradeció y correspondió. Suspiro sintiéndose mucho mejor y reconfortado.

— Yo... Solo quiero confesar que... Paso algo que nunca creí que me pasaría. El fin de semana que me fui pasaron tantas cosas... — los recuerdos con Max volvieron a su mente uno a uno haciendo que sus lágrimas aumentarán — Fueron varios momentos de felicidad absoluta y real. Eh ganado ese maldito trofeo tantas veces y ninguno de esos momentos se compara a la felicidad que sentí esos días. — Vino a su cabeza la pelea de almohadas en el hotel y la noche lluviosa después de la boda — cosas tan simples me hicieron mucho más feliz. Y todo porque... Porque yo... — hizo una pausa de unos cuantos segundos — Me enamore de ese novato — confesó sintiendo su voz quebrarse

Bad Romance ~ Maxley - cafeypanconazucar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora