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— Si papá todo está muy bien por aquí, en estos momentos vamos a ir a cenar (...) si, te juro que si traje con que abrigarme y ropa limpia (...) No, no está el clima muy frío por aquí, está perfecto.

Bradley salió del baño ya listo cuando vio al pelinegro en medio de su llamada. Sonriente caminó hasta él y lo abrazó por la espalda. Max no puso objeción alguna y siguió con la conversación.

— Yo también te quiero pa, un saludo a mi mamá y mi hermana. Prometo visitarlos antes de que las vacaciones terminen, adiós — despidiéndose colgó la llamada — ¿Estás listo? — preguntó al castaño sonriente

— Claro, vamos o se hará tarde.

— Me preguntó cómo estarán los demás — dijo Max tomando su saco nuevo y poniéndose lo

— No te preocupes, ya les llevarán el servicio a la habitación. A excepción del tal Bobby, estoy seguro de que Melody se encargo de eso.

— mira ¿Quién lo diría? La persona que más odiaras hace unos años haría que los números de tu tarjeta disminuyeran incluso para sus amigos — dijo de forma burlona

— Bueno, después de todo lo que haz hecho por mi — tomo su cintura atrayendo lo hacía él — sería capaz de darte el mundo entero

Max puso sus manos en el torso de Bradley mirándose a los ojos mutuamente. Luego de un suspiro profundo de parte del pelinegro este recostó su cabeza en el hombro de Bradley con una amplia sonrisa dibujada en su rostro.

— Siento que tú has hecho más por mi que yo por ti — expreso con una voz tenue y suave

— ¿Bromeas? — dijo entre risas — Max, me has hecho inmensamente feliz. Más que en cualquier momento de mi vida. Me diste la oportunidad de demostrarme a mi mismo quien soy en realidad. Si no hubieras llegado a mi vida sería alguien completamente miserable.

— No digas eso

— Es la verdad, pero es mejor ya irnos o se hará tarde — insistió.

Ambos salieron de la habitación felices en camino a una linda velada. Mientras tanto con Pj se encontraba leyendo en voz alta recostado mientras que a su lado estaba Poet algo decaída pero aún así escuchando con atención a su amado. Pj de inmediato noto su expresión desolada y su aura tan apagada. Lo que lo hizo preocuparse deteniendo la lectura.

— ¿Qué sucede querida?

— No es nada, es solo que... Me siento pequeña.

— ¿Cómo que pequeña? — preguntó confundido

— Tus amigos, verlos hoy con sus respectivas parejas de tan alta altura. No lo sé... Me hace sentir que tú...

— Ok, creo que ya se en qué dirección va la brisa — dijo Pj cerrando el libro y dejándolo en el buró de a lado — linda, escúchame — con suavidad tomo las manos de su amor y le hablo con suavidad y sinceridad — puede que no seas una condesa o algo así, pero lo que si eres es la flor más bella que mis ojos han visto, con un corazón inmenso y una mente que va más allá de lo inimaginable. Tu misma tienes un porte tan elegante al caminar y hablar que con una simple palabra me vuelves loco y haces que caiga a tus pies. Tu alma está tan llena de luz que se vuelve fuego, un fuego tan fuerte e inmenso que da calidez a mi corazón siempre que estás cerca. Todo eso vale mucho más que cualquier moneda, el dinero son como las hojas en otoño, se van aún con el más suave viento pero tú exquisita personalidad, tu invaluable belleza y tú hermoso ser siempre estarán ahí para mí si es que así lo deseas, eso es todo lo que puedo pedir.

La chica se quedó sin palabras, sus ojos brillaron de felicidad en cuanto sus oídos se deleitaron con la sincera opinión que tenía Pj sobre ella.

— Definitivamente no me equivoqué contigo, llegaste en la más bella carta de amor y serás siempre la luz de mi camino — expreso la pelirroja acariciando el rostro de su amado con su pequeña mano.

Antes de poder unirse en un dulce beso lleno de amor y pasión por la vida fueron interrumpidos por unos ligeros golpes hacia la puerta. Pj confundido se puso de pie y fue a abrir notando a Bobby del otro lado.

— ¿Qué sucede? — preguntó Pj

— Creo que tenemos un problema, fui a buscar algo para comer y luego me dijeron que no debía preocuparme porque ya la comida a la habitación venía a la habitación de parte de Bradley, o al menos eso me dijo melody porque en si a palabras del recepcionista pues no le entendí ¿Verdad? — explica entre risas

— El punto Bobby — suplico Pj

— ¡Ah! Si, el caso es que de regreso me tope a una mujer fea, muy fea, bueno no tanto pero estaba bastante arrugada así que si se veía extraña. Chocamos y yo le pedí perdón pero ella me insulto en italiano así que no le entendí, pero su rostro se me hizo muy conocido. No quise darle importancia hasta que ella fue a recepción y no se que rayos reclamo por lo mismo de que no le entiendo, hasta que dijo su nombre.

— ¿Y que tiene su nombre? — preguntó Pj con curiosidad

Mientras tanto en el restaurante ambos chicos enamorados disfrutaban de una hermosa velada entre risas y cumplidos uno con el otro. No faltaban las malas miradas y sus murmullos pero a ninguno de los dos les podría importar menos.

— No puedo creer que me trajeras al Guggerheim — dijo Max dando un bocado a su comida

— Quiero llevar tu experiencia "turística" a un nivel especial.

— si te entendí ¿Eh? — dijo luego de pasarse el bocado, en un lugar así cuidaba sus modales más que nunca

En ese momento el mesero se acercó a llenar nuevamente la copa de Bradley.

— Un altro giovane americano della Uppercrust?

— No grazie, ne ho uno — respondió sonriente mirando a Max insinuando un juego de palabras — Magari un Limoncello Supreme D'Amalfi. Sarebbe una scelta migliore.

— Ottima scelta signore — respondió con una sonrisa y se retiró

Max confundido miro al castaño

— ¿Qué te dijo?

— Ammm, nada solo que mi elección de bebida fue una excelente elección.

— No me dijo eso a mi ¿Mi elección no fue excelente?

— ríe — Max tu elección fue excelente tranquilo — dijo tomando su mano

— ¡¿Bradley?!

Ambos voltearon a su izquierda que era de donde provino aquella voz femenina exaltada. Frente a sus ojos se encontraba Livia Uppercrust Contarinni, abuela de Bradley 3ro y viuda de Bradley 1ro.

— ¿Abuela...? — dijo Bradley impactado

Bad Romance ~ Maxley - cafeypanconazucar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora