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En la fiesta organizada por varios chicos del campus tenía a todo el lugar repleto, entre luces y buena música todos se la estaban pasando increíble. Todos a excepción de Max, el chico estaba alejado de todos recargado en una pared con una bebida en la mano mirando todo con tristeza y desánimo. Ver a PJ con su nueva novia y a bobby teniendo exito con otra chica solo lo hacían sentir peor, agregando que aquellos recuerdos de Roxane de hace tanto tiempo hacían traer la culpa de vuelta.

Aunque lo único que estaba bebiendo no era nada más que soda, eso no impedía que locas ideas se le cruzarán por la cabeza. Dando un sorbo al gaseoso liquido rojo saco su teléfono del bolsillo de su chaqueta negra y lo abrió de un movimiento de pulgar, tecleando un par de veces algunos botones llegó al número de Roxane y por un momento quiso llamarle. Suspiro y volvió a cerrar el electrónico aparato, no tenía el valor suficiente para hacer algo así.

— ¡Max! ¿Qué sucede? Estás muy apagado ami i go — dijo bobby acercándose a Max y poniendo su mano sobre su hombro buscando saber que le ocurría

— No es nada solo no tengo tantos ánimos, supongo que estoy algo cansado — respondió max dando otro sorbo a la soda de su vaso haciendo que está se terminará.

— ¿Por qué no te diviertes? El lugar está repleto de nenas Li i indas — Señalo bobby a la multitud

— Creo que por ahora descansaré un poco del tema del amor Bob. Me iré a dormir, no me estoy divirtiendo tanto aquí — dijo el pelinegro dejando su vaso abandonado en una de las mesas y caminar a la salida

— ¡Ok amigo! ¡Nos vemos maña a na — se despidió bobby alegremente para luego volver a la fiesta

Con esas palabras max asumió que ninguno de los dos volvería a la habitación esa noche. Sin recordar ni un poco la presencia de Brad pensó que estar solo toda la noche lo ayudaría a pensar. Saliendo del edificio camino por las oscuras calles siendo invadido de recuerdos de la chica peliroja, uno tras otro llenos de felicidad hasta que poco a poco se convirtieron en recuerdos dolorosos. Los desacuerdos, las discusiones, todo tipo de situaciones que se haber tenido mejor comunicación y confianza entre los dos se hubieran podido solucionar, pero todo terminó mal, max dejo que terminara mal. En esos momentos que su padre lo llamara de repente para desearle buenas noches lo hubiera ayudado, escuchar dulces palabras de alguien a quien quiere bastante sube el ánimo. Pero Goofy había estado poniéndose límites a si mismo para dejar de tratar a Max como un niño y esas llamadas nocturnas ya no se realizaban más que muy debes en cuando.

Mientras tanto con Bard recostado en la cama que era de max (hablando de padres) en su mente se repetían las palabras que el suyo le había dicho esa mañana. Sumado a los recuerdos de la imperdonable derrota de los juegos extremos.

— Es increíble como la llegada de ese tonto pudo quitarme lo todo; mi popularidad, mi victoria, mi dinero, todo se me fue arrebatado por el y su estúpido padre. Ambos con esa risa ridícula y dientes enormes. Pero por algo se apellida Goof, no es nada más que un tonto que acabará hundido — dijo para si mismo lleno de rabia

Miro la hora en el reloj de max arriba del estante y creyó que lo mejor era ya dormir. Si algo apreciaba era su sueño de belleza y odiaba desperdiciar tiempo. Se acurrucó en las cobijas y volteo mirando hacia la pared, pero antes de que pudiera quedarse dormido escucho como se abrió la puerta y unos pasos golpeando la madera del suelo se acercaron hasta donde estaba el. Por un momento creyó que podría tratarse de max hasta que escucho esa característica rosa que lo hacía sacar humo por las orejas.

— Ajio, max ¿Sigues despierto? — Pregunta el mayor mirando hacia la cama.

No sé podía distinguir si max estaba ahí o no, ya que, Brad se había cubierto por completo con la cobija con temor a ser descubierto.

— Oye, no sé si estés despierto o no pero te conozco y lo más posible es que no. Se que acordamos que ya no te trataría como un niño pero... Me siento raro de no darte las buenas noches a diario como solía hacerlo antes. Y además olvidaste esto en casa — explico Goofy y luego puso el adorable oso de peluche en la cara de Brad

Brad contenía con todas sus fuerzas las ganas de soltar la carcajada más grande que pudiera hasta que sintió un peso hundirse tras de el. Goofy se había sentado tras su espalda y respiro profundo para hablar con suavidad.

— Todo esto es muy complicado para mí, se que soy muy torpe en muchas cosas pero si se algo estoy seguro es que eres lo mejor que me ha pasado en la vida — hace una pausa corta y luego sigue hablando — desde que tú mamá noa dejo cuando eras muy pequeño me prometí dedicar mi vida entera a tu felicidad, pero ahora tu felicidad ya no depende de mi si no de ti y de las decisiones que tomes en la vida a partir de ahora. Pero quiero que sepas que te apoyaré en todas esas decisiones por más equivocadas que estén, porque son parte de tu crecimiento y está bien. Ahora te toca volar solo — dice sonriendo.

Goofy voltea atrás y al no recibir ninguna respuesta solo da unas palmadas suaves en la espalda de Brad y se pone de pie.

— Descansa hijo, te prometo ya no ser tan Entrometido — dice Goofy caminando a la salida hasta que se tropieza con un zapato de max y cae al suelo — tranquilo, estoy bien ¡Ajio! — ríe y luego se va cerrando la puerta

Brad no sabía que pensar luego de lo que acababa de oír. Se sentía extraño y lejano a ese tipo de palabras ¿Es normal para un padre dar ese tipo de afecto? El suyo jamás hubiera dicho tales cosas y mucho menos en esta etapa de su vida que es cuando más "separado" estará de el. Aunque siendo sincero consigo mismo, toda su vida de sintió como si siempre estuviera separado no solo de el, si no de toda su familia. Las únicas palabras "sabias" que le ha escuchado decir han sido "la vida no se trata de afecto si no de victorias". Respiro profundo y finalmente termino por quedarse dormido.

Bad Romance ~ Maxley - cafeypanconazucar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora