Dos

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Después de la práctica, Jisung no podía dejar de pensar en el encuentro con Felix. Sus amigos, Changbin y BangChan, notaron su distracción.

—¿Vas a decirnos quién era ese chico que te dejó tan embobado? —preguntó Changbin mientras guardaban sus instrumentos.

—Se llama Felix. Trabaja en la cafetería —respondió Jisung, todavía perdido en sus pensamientos.

—¿Trabaja en la cafetería? —se sorprendió BangChan—. ¿Y ya estás pensando en él como tu pareja?

—No lo sé, solo... hay algo en él. Algo que me atrae —dijo Jisung, suspirando—. Es como si estuviera destinado a conocerlo.

Changbin y BangChan intercambiaron miradas de preocupación.

—Solo asegúrate de que no interfiera con nuestra música —advirtió Changbin.

—Lo sé, no se preocupen —respondió Jisung con una sonrisa.

Al día siguiente, Jisung decidió regresar a la cafetería con la esperanza de ver a Felix nuevamente. Al entrar, lo vio detrás del mostrador, ocupado atendiendo a los clientes. Jisung se sintió nervioso, pero se armó de valor y se acercó.

—Hola, Felix —dijo Jisung, tratando de sonar casual.

Felix levantó la vista y lo reconoció de inmediato.

—Hola, Alfa curioso —respondió con una sonrisa traviesa—. ¿Qué te trae por aquí tan temprano?

—Solo quería verte. Quería saber si te gustaría tomar algo conmigo cuando termines tu turno —dijo Jisung, sintiendo su corazón acelerarse.

Felix lo miró sorprendido, pero luego asintió.

—Está bien, termino en una hora. Podemos ir a un lugar cercano.

—Genial, te esperaré afuera —dijo Jisung, sonriendo ampliamente.

Una hora más tarde, los dos salieron juntos de la universidad. Caminando por las calles de Seúl, encontraron una pequeña cafetería tranquila donde pudieron sentarse y hablar.

—Entonces, ¿qué te hizo acercarte a mí ayer? —preguntó Felix, rompiendo el hielo.

—No lo sé, algo en ti me llamó la atención. Tu concentración, tu olor... todo en ti me pareció interesante —respondió Jisung sinceramente.

—Bueno, no estoy acostumbrado a que la gente se acerque a mí de esa manera. Especialmente un Alfa —dijo Felix, jugando nerviosamente con su taza.

—No soy como los otros Alfas —dijo Jisung con una sonrisa—. Y quiero conocerte mejor, si me dejas.

Felix lo miró a los ojos, evaluando su sinceridad. Después de un momento, asintió.

—Está bien, Jisung. Podemos intentarlo.

Con esa promesa, ambos se sonrieron, sabiendo que era el comienzo de algo especial.

Todavía te amo.                                                            JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora