veinticuatro

15 0 0
                                    

El sol se estaba poniendo y la brisa fresca de la tarde acariciaba el apartamento de Felix. La cena había terminado, y Minho había salido con amigos para celebrar el final del curso. Felix y Jisung se encontraban en la terraza, sentados en un rincón tranquilo. La conversación entre ellos estaba cargada de la tensión de lo no dicho, pero también de la esperanza de resolver viejas heridas.

Felix miró al horizonte antes de hablar. —Jisung, creo que es momento de que hablemos sobre lo que pasó entre nosotros. No puedo seguir cargando con todo este resentimiento sin resolver.

Jisung asintió, sintiendo una mezcla de ansiedad y esperanza. —Estoy dispuesto a escucharte, Felix. Sé que hemos pasado por mucho y quiero hacer lo correcto.

Felix tomó un profundo respiro y se giró para mirarlo. —Primero, quiero decirte que lo que más me dolió fue tu decisión de irte sin mirar atrás. Cuando te fuiste, sentí que me dejaste solo, no solo a mí, sino también a nuestro hijo. Y, aunque entiendo que tenías sueños, en ese momento no podía ver más allá de mi propio dolor.

Jisung bajó la mirada, sintiendo el peso de las palabras de Felix. —Lo entiendo, y lamento profundamente haber causado ese dolor. Mi decisión de irme fue impulsiva, y nunca imaginé el impacto que tendría. Mi intención era seguir mi sueño y asegurar un futuro para todos nosotros, pero no manejé bien la situación.

Felix lo miró con un brillo de tristeza en los ojos. —¿Y qué hay de tu regreso? Cuando volviste, me costó aceptar que todo había cambiado y que nuestro hijo ya te conocía como "papá". Me costó mucho lidiar con ese cambio y con la idea de que, de alguna manera, te habías convertido en una parte importante de su vida sin haber estado presente en los primeros años.

Jisung se pasó una mano por el cabello, sintiendo el peso de las palabras de Felix. —Sé que mi regreso fue complicado. Pero me di cuenta de cuánto te había fallado y del impacto que mi ausencia tuvo en Minho. Tratar de recuperarlo fue una batalla difícil, y me duele pensar en cómo eso afectó nuestra relación.

Felix asintió lentamente, aún sintiendo una mezcla de resentimiento y deseo de sanar. —También tengo que admitir que, al principio, sentí una gran presión al tener que manejar todo por mi cuenta. Me obligué a seguir adelante y a hacer todo lo posible para asegurarme de que Minho tuviera lo que necesitaba. Pero eso no excusa cómo me sentí traicionado.

Jisung lo miró con sinceridad. —Entiendo. Y quiero que sepas que estoy comprometido a hacer las cosas bien ahora. Estoy dispuesto a aprender de mis errores y a trabajar para construir una relación más fuerte contigo y con Minho.

Felix suspiró profundamente, sintiendo que el diálogo estaba comenzando a aliviar algunas de las tensiones. —Creo que ambos hemos aprendido mucho de esta experiencia. Y, aunque no podemos cambiar el pasado, podemos trabajar para mejorar nuestro presente y futuro.

Jisung asintió, con una expresión de esperanza. —Sí, quiero que trabajemos en eso juntos. Quiero ser una presencia constante y positiva en la vida de Minho y en la tuya. Estoy aquí para hacer lo que sea necesario para enmendar mis errores y apoyar a nuestra familia.

Felix sonrió levemente, sintiendo que la conversación había comenzado a sanar viejas heridas. —Me alegra escuchar eso. Creo que podemos encontrar una manera de seguir adelante y de reconstruir lo que perdimos.

Ambos se quedaron en silencio durante un momento, contemplando el atardecer mientras absorbían la profundidad de su conversación. Aunque el pasado no se podía deshacer, sentían un nuevo comienzo emergente de las sombras de su relación rota.

Finalmente, Jisung rompió el silencio con un tono esperanzador. —Tal vez podamos encontrar formas de hacer esto juntos. Hacerlo bien, esta vez.

Felix asintió, sintiendo un renovado sentido de posibilidad. —Estoy dispuesto a intentarlo. Y creo que, con el tiempo, podemos sanar y construir una relación más fuerte.

La noche avanzó y ambos continuaron hablando sobre sus planes y aspiraciones, con una nueva sensación de entendimiento y compromiso. Aunque el pasado no podía borrarse, estaban dispuestos a enfrentar el futuro con una mayor claridad y un deseo compartido de sanar y seguir adelante.

Todavía te amo.                                                            JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora