Veintidós

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La relación entre Jisung, Felix y Minho continuaba desarrollándose, y el tiempo parecía pasar más rápido a medida que todos se adaptaban a su nueva realidad. Con el final del año escolar a la vista, Minho estaba emocionado por el verano y las oportunidades que le aguardaban, mientras que Jisung y Felix trabajaban en fortalecer su relación como co-padres.

Una tarde de viernes, Jisung decidió sorprender a Felix y Minho con una pequeña reunión en la terraza del apartamento de Felix. Quería celebrar el progreso que habían hecho como familia y expresar su agradecimiento por el esfuerzo y la dedicación de todos.

—¿Qué opinas si hacemos algo especial esta noche? —preguntó Jisung a Felix mientras estaban en la cocina—. He preparado algo para todos nosotros.

Felix levantó una ceja, intrigado. —¿Qué tienes en mente?

—Una pequeña cena en la terraza —dijo Jisung con una sonrisa—. Solo nosotros tres, disfrutando de una noche agradable.

Felix asintió, complacido con la idea. —Me parece genial. Minho está en su habitación, trabajando en su proyecto. Lo invitaré a unirse a nosotros.

Mientras Felix preparaba la terraza para la cena, Jisung se encargó de preparar la comida. Había preparado una variedad de platillos, desde ensaladas frescas hasta un asado especial. La noche estaba despejada, y la terraza ofrecía una vista hermosa de la ciudad iluminada.

Minho salió de su habitación al escuchar los aromas deliciosos que llegaban desde la terraza. Su rostro se iluminó al ver la mesa bien arreglada y la comida lista.

—¡Vaya, esto se ve increíble! —dijo Minho—. ¿Qué está pasando?

—Solo quería celebrar con ustedes —respondió Jisung—. Ha sido un buen momento para nosotros como familia, y pensé que sería bonito hacer algo especial.

La cena transcurrió en un ambiente relajado y alegre. Jisung, Felix y Minho compartieron risas, historias y planes para el futuro. La conversación giró en torno a los logros recientes de Minho, sus sueños y las oportunidades que se avecinaban.

—Estoy muy orgulloso de ti, Minho —dijo Jisung—. Has estado trabajando duro y logrando mucho. Quiero que sepas que siempre estoy aquí para apoyarte en lo que necesites.

Minho sonrió, sintiendo una profunda gratitud. —Gracias, Jisung. Significa mucho para mí tener tu apoyo.

Felix, al ver la conexión entre Jisung y Minho, sintió una mezcla de emoción y alivio. Aunque había sido un camino difícil, estaba viendo frutos en su esfuerzo por construir una familia más fuerte.

Más tarde, mientras estaban sentados en la terraza disfrutando de postres y café, Jisung tomó una respiración profunda antes de hablar.

—Hay algo más que me gustaría decir —comenzó—. He estado pensando en cómo podemos seguir adelante como familia y cómo podemos mejorar nuestra comunicación. Creo que es importante que sigamos encontrando formas de apoyarnos y de estar allí el uno para el otro.

Felix asintió, dispuesto a escuchar. —Estoy de acuerdo. La comunicación abierta es clave. Quiero asegurarme de que Minho se sienta respaldado y que podamos trabajar juntos para apoyarlo.

Minho, sintiéndose incluido en la conversación, intervino. —Estoy agradecido por todo lo que han hecho por mí. Y creo que la comunicación es fundamental para que todos estemos en la misma página.

La conversación se volvió más profunda a medida que discutían sus expectativas y preocupaciones. Jisung y Felix hablaron sobre sus planes futuros y cómo podían continuar colaborando en la crianza de Minho. Aunque había desafíos, ambos estaban comprometidos a hacer lo mejor para su familia.

—Creo que hemos dado un buen paso adelante —dijo Jisung—. Y me siento optimista sobre lo que el futuro nos depara.

Felix sonrió, sintiendo una renovada esperanza. —Sí, yo también. A pesar de las dificultades, creo que estamos construyendo algo positivo.

La noche llegó a su fin con una sensación de logro y conexión. Mientras Jisung y Felix se despedían de Minho y se preparaban para volver a sus responsabilidades, sentían que estaban en el camino correcto para fortalecer su familia.

Al día siguiente, Jisung decidió sorprender a Minho con un regalo especial: un libro sobre diseño gráfico que sabía que le interesaba. Minho estaba encantado con el gesto y agradecido por el apoyo continuo.

—Gracias, Jisung. Esto es justo lo que necesitaba —dijo Minho—. Tu apoyo realmente marca la diferencia.

Jisung sonrió, sintiendo una profunda satisfacción. —Me alegra que te guste. Estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites.

Mientras Minho y Jisung continuaban trabajando juntos en el diseño, Felix observaba desde la distancia, sintiéndose agradecido por el progreso que habían logrado. Aunque había momentos difíciles, también había muchas razones para ser optimista sobre el futuro.

La vida seguía avanzando, y la familia estaba aprendiendo a adaptarse y crecer junta. Aunque aún quedaban desafíos por enfrentar, estaban descubriendo nuevas formas de fortalecer sus lazos y construir un futuro lleno de esperanza y amor.

Todavía te amo.                                                            JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora