veinte

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Después de varias semanas de esfuerzo constante, Jisung y Minho comenzaron a encontrar un ritmo en su relación. Aunque el proceso era desafiante, ambos estaban comprometidos a construir una relación sólida. Al mismo tiempo, Jisung y Felix también estaban intentando encontrar una manera de comunicarse y entenderse mejor.

Una tarde de sábado, Jisung decidió invitar a Felix a cenar en un restaurante local. Quería aprovechar la oportunidad para hablar más sobre Minho y sobre cómo podrían colaborar para asegurarse de que su hijo tuviera el mejor apoyo posible. Felix aceptó la invitación, aunque estaba algo nervioso por la conversación.

El restaurante estaba acogedor, con luces suaves y una atmósfera tranquila. Jisung y Felix se sentaron en una mesa cerca de la ventana, que ofrecía una vista panorámica de la ciudad.

—Gracias por venir —dijo Jisung, sirviendo agua en los vasos—. Me gustaría hablar contigo sobre Minho y cómo podemos trabajar juntos para ayudarlo a alcanzar sus sueños.

Felix asintió, tomando un sorbo de su bebida. —Por supuesto. Estoy dispuesto a escuchar cualquier idea que tengas.

—He estado pensando en cómo podemos equilibrar nuestras responsabilidades —comenzó Jisung—. La verdad es que me gustaría involucrarme más en la vida de Minho, pero también sé que debemos encontrar un equilibrio. No quiero que esto se convierta en una carga para ninguno de nosotros.

Felix observó a Jisung, notando el sincero deseo de colaborar. —Aprecio que quieras estar involucrado. No es fácil para mí, ya que siempre he sido el principal apoyo para Minho. Pero estoy dispuesto a trabajar en esto.

Jisung sonrió, sintiendo un alivio al ver la disposición de Felix. —Me alegra escuchar eso. Quiero asegurarme de que Minho se sienta respaldado por ambos. He visto cuánto esfuerzo has puesto en criarlo solo, y realmente admiro eso.

Felix hizo una mueca de reconocimiento. —Ha sido un desafío, pero también ha sido gratificante. Minho es un chico increíble y estoy muy orgulloso de él. Aunque a veces siento que no siempre hemos estado en la misma página.

Jisung asintió, comprendiendo el sentimiento. —Sí, entiendo. Quiero que sepas que estoy aquí para asumir mi parte. Me gustaría estar presente en la vida de Minho tanto como sea posible, y también quiero trabajar en nuestra relación para que podamos colaborar mejor.

Felix miró a Jisung con una mezcla de esperanza y escepticismo. —Espero que podamos encontrar un buen equilibrio. No quiero que esto se convierta en una fuente de conflicto.

Jisung se inclinó hacia adelante, mirándolo con seriedad. —Lo entiendo completamente. Estoy comprometido a hacer esto funcionar. A veces puede ser difícil, pero creo que podemos encontrar un camino que funcione para todos.

La conversación se desvió hacia otros temas mientras disfrutaban de la cena. Jisung y Felix compartieron historias sobre sus vidas y discutieron sus expectativas para el futuro. La atmósfera en la mesa se volvió más relajada a medida que la conversación fluía.

Al final de la noche, Jisung se ofreció a llevar a Felix de regreso a su casa. Durante el trayecto, Félix notó que Jisung parecía genuinamente interesado en construir una relación más fuerte.

—Gracias por la cena y la conversación —dijo Felix—. Fue útil hablar sobre Minho y sobre cómo podemos trabajar juntos.

—Lo agradezco —respondió Jisung—. Quiero que sepas que estoy dispuesto a hacer todo lo que esté en mis manos para estar aquí para Minho y para ti.

Cuando llegaron a la casa, Minho estaba en su habitación, trabajando en uno de sus proyectos. Jisung y Felix se despidieron con un abrazo amistoso, y Jisung le deseó una buena noche a Felix.

—Buenas noches, Jisung —dijo Felix—. Espero que podamos seguir avanzando en esto.

—Lo haremos —prometió Jisung—. Nos veremos pronto.

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Felix pensó en la conversación con Jisung. Se sentía un poco más esperanzado de que podrían encontrar una manera de trabajar juntos para apoyar a Minho. La relación entre Jisung y Minho estaba en crecimiento, y Felix esperaba que el esfuerzo mutuo llevara a una relación familiar más fuerte y armoniosa.

Al día siguiente, Jisung volvió a encontrarse con Minho para trabajar en el diseño de su proyecto. El ambiente en el apartamento de Minho era cálido y acogedor, y Jisung se sintió más cómodo y conectado con su hijo mientras ayudaba con el diseño.

Minho estaba enérgico y entusiasmado, y la presencia de Jisung en su vida se estaba volviendo cada vez más natural. La colaboración entre ellos era fluida, y ambos disfrutaban de la oportunidad de trabajar juntos en algo que les apasionaba.

—Gracias por tu ayuda —dijo Minho mientras revisaba los últimos detalles del diseño—. Me has dado una perspectiva nueva y valiosa.

—Estoy feliz de ayudar —dijo Jisung—. Y estoy ansioso por ver todo lo que lograrás.

Minho sonrió, sintiendo una mezcla de orgullo y satisfacción. —Me alegra que estés aquí. A veces, es difícil mantener la confianza en uno mismo, pero tu apoyo me hace sentir más seguro.

Mientras el sol comenzaba a ocultarse, Jisung y Minho continuaron trabajando, construyendo no solo un proyecto juntos, sino también una relación más fuerte. Aunque el camino hacia una relación familiar más sólida era largo y lleno de desafíos, ambos estaban comprometidos a hacerlo funcionar.

Felix observaba desde la distancia, sintiendo una mezcla de esperanza y satisfacción. Aunque aún había mucho por resolver, el progreso en la relación entre Jisung y Minho le daba confianza en que estaban en el camino correcto.

Todavía te amo.                                                            JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora