La construcción le pareció curiosa, notaba relieves en las paredes ordenadas en placas unidas entre si formando el exterior de la iglesia, sin duda era una, aunque no mostraba la típica cruz obligada que todas poseían. Observó el cielo y aún quedaba algo de luz para investigar, con cámara en mano y batería en el telefono para alumbrar se decidió a entrar. La rodeó para fotografiarla por completo, las ventanas se situaban un par de metros sobre él y algo de vidrios coloridos rotos, los que alguna vez dibujaron un vitral. Era estimulante ver algo tan fuera de lo común y en esas condiciones. A cada paso una captura diferente. Pensaba en como doña María no recordaba que había una iglesia al lado del pueblo, le resultaba extraño el no verla a simple vista, fue algo fortuito.
Se acercó a tocarla, efectivamente estaba hecha de lo que pensaba, era toda de metal, la superficie áspera corroída por el óxido lo revelaban, sin dudarlo le dio un puntapié haciéndola resonar por completo como una gran campana rota. La puerta doble estaba entreabierta hacia adentro, de casi tres metros, tambien poseía una estructura metálica, solo adornada por formas en madera, parecía excesivamente pesada e intentó moverla sin éxito, las bisagras se encontraban fundidas en oxido. Rodeó una vez más la iglesia para encontrar alguna otra entrada, ventanas muy altas y puertas trabadas, sólo le quedaba una opción, subir hasta alguna de aquellas ventanas donde entraría sin problemas.
Una vez más revisó la puerta, definitivamente era imposible entrar por la delgada abertura que formaba. Configuró el flash e introdujo el lente entre las puertas tomando una captura. Saca la maquina rápidamente como si sintiera que algo desde adentro se la iba a arrebatar, no era más que su imaginación que ya se encontraba perturbada por buscarle respuestas a la aparición de aquella cruz en la escuela. Al revisar la foto un velo tapa el lente de la cámara solo dejando ver unas bancas y como unos pocos haces de luz llegaban al altar. Se dijo a si mismo que no se sugestionaría ni pensaría en nada del otro mundo e intentaría entrar para unas buenas fotos, desde niño fue reacio a entrar a las iglesias, algo le provocaba rechazo y nunca supo qué era. "Solo es por el dinero" se decía a si mismo mientras acomodaba su camioneta junto a la iglesia para subirse en la parte posterior y asi acortar distancia a la ventana para poder encaramarse.
Una vez le habían ofrecido trabajo para una conocida revista de hechos paranormales, pero le parecían ridículas y no creía en nada de eso, asi que la rechazó. Sin embargo, si lograba algunas buenas fotos en aquella iglesia, seguro le pagarían muy bien por la exclusiva, sin duda se mostraba tenebrosa. Se le venía a la mente que quizás era la primera a la que entraba. Amarró a la carrocería una eslinga que siempre llevaba para ayudar si era necesario remolcar otro vehículo, y lanzó el otro extremo por la ventana rota. Se encaramó hasta estar en el borde de la ventana rompiendo los restos de vidrios de colores para no cortarse al pasar. Las paredes crujían estrepitosamente mas no parecían que se fueran a derrumbar, tomó precaución de no hacerse alguna herida con el metal oxidado. Se hizo de valor y bajó por la eslinga.
Mientras descendía las paredes rechinaban como acomodándose unas con otras. Unos delgados cilindros recorrían de lado a lado a lo ancho del techo del edificio, estos ayudaban a mantener su pesada estructura. Antes de posarse en la superficie iluminó hacia todos lados con la linterna de su telefono. No parecía peligroso, se decidió a descender. Una vez con los pies en el suelo sintió un desagradable olor a podredumbre, dio unos pasos para notar que el piso de madera estaba algo resbaloso. Largas bancas se situaban ordenadas mirando hacia el altar, todas deterioradas al punto de que al tocarlas deshacía su superficie. Junto a ellas seis pedestales que le llegaban a la cintura, tapados por telas llenas de moho y manchas de humedad. Uno de ellos escondía una figura de gran tamaño bajo la tela. Otra de las bases permanecía derrumbada sobre el piso húmedo. Se imaginó que se trataba de una estatua religiosa de tamaño real y aunque esto le remeció el cuerpo de inmediato, decidió continuar.
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La Casa de Dios
ParanormalRoberto es un fotografo que busca traer lugares olvidados al presente. Este viaje traerá consigo antiguos recuerdos de su adolescencia, que le servirán para desenmascarar un antigua investigación. Nunca fue una persona ligada a la fe, pero esta casu...