Capitulo 22. El amor

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Allisson sintió con el comentario que la invadía la calidez, él observaba desde la cama cómo se sintiera en sus aguas, lo cual era obvio, pues estaba en su propio apartamento, en cambio ella, que era la primera vez que visitaba el lugar, el espacio de Joel, el sitio donde él a lo mejor había llevado tantas mujeres para cogerselas, mujeres mucho más expertas en la materia del sexo, no como ella que sabía cosas porque las había leído o porque había visto demasiada televisión, cosa que tampoco era cierta. 

Temía que no pudiera ser lo suficientemente buena en comparación con las otras, era una jovencita comparada con Joel, a pesar de él tener 29 años y ella 22, habían cosas que ya se había perdido, intentando no perder su inocencia y dañar su futuro, su madre había logrado meterse en su cabeza en cuanto a eso y ahora pagaba las consecuencias.

 El sueño de Allison no era exactamente llegar al matrimonio siendo virgen, no, para nada; en cambio, deseaba experimentar todo antes de decidir unirse a alguien por siempre y para siempre, porque el día que decidiera hacerlo, el dia que contrajera matrimonio, quería que fuera con una persona que realmente la complementara, que no la lastimara que la valorara como ella merecía como, ella creía ser merecedora.

Con ese pensamiento en la cabeza, se dijo que no había razón alguna para retrasar lo inevitable, si debía de perder su virginidad, lo mejor era que fuera con una persona como Joel, que no había hecho nada más que preocuparse por ella, lo que sintió como traición hacía unas semanas, automáticamente pasó al olvido.

 Habían cosas que no se podían cambiar en las personas, cosas irremediables y esa era una de ellas. Ellos tenía un pasado en el cual él había violentado la poca confianza que ella le había dado, eso no significaba que ella aún no estuviera completamente enamorada de Joel, pero tampoco significaba que quisiera tener una vida a su lado. No lo conocía en ese sentido, ni en ninguno, así que con todas esas ideas claras, al menos parcialmente, se acercó a la cama y Joel abrió los ojos azules confundido y feliz al mismo tiempo.

—¿Qué estás haciendo, Alisson? — le cuestionó despacio cuando la vio acercarse a la cama.

—Tu sabes lo que estoy haciendo — Se sentía nerviosa, inexperta, lela y aburrida.

Cualidades que nunca en su vida pudo haber imaginado que se iba a decir así misma, pero Joel ya fuera gracias al alcohol que había consumido ese día o a lo mejor sencillamente había roto todas sus Barreras y pensó igual que ella: una noche no lo sacaría de por vida, una noche y nadie tendría que saber lo que habían hecho los dos, era solamente eso; una noche donde olvidaban los títulos, donde él no era un profesor y ella no era su alumna, donde él no pertenecía a otra clase social y ella no había nacido en una familia tan problemática, que jamás podría contarle que se había mezclado con un hombre como Joel, porque automáticamente ella sabía que verían en él una oportunidad, una brecha para conseguir dinero y ella no podía permitir que le hicieran algo así a ese hombre.

Joel no dejó que ella siguiera analizando las cosas y Alisson se lo agradeció silenciosamente. El la agarró de una mano y la atrajo hacia sí, haciendo que ella cayera encima de él en la cama, él se le salió de abajo y le acarició sus enrojecidas y cálidas mejillas, ella se quedó prácticamente sin respiración, un torbellino de mariposas le ocupó el estómago, era una sensación que jamás había sentido, la incertidumbre, el deseo de cumplir lo que tanto había anhelado, estaba ahí indeleble el sentimiento que había de por medio entre ellos dos.

Joel se colocó con un costado en la cama y el otro de frente, a ella su vestido se le había subido prácticamente hasta las caderas, su cabello estaba desparramado en la cama, se sintió cohibida. Estando casi debajo de él por un momento llegó a pensar que la besaría de inmediato, Pero en cambio, él pasó la mano por sus mejillas lentamente, por su labio inferior, lo sentía en cada parte de su cuerpo, en cada parte de su ser. Sintió como se erizaron los cabellos de la nuca a medida que él se iba acercando más a sus labios, la boca de Joel tocó suavemente la suya y ella cerró los ojos dejándose llevar por la pasión.

Su Alumna (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora