Capitulo 28. Un futuro para ambos

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Diez meses después

Los estudiantes comenzaron a subir sus respectivos diplomas, la graduación había comenzado a las dos de la tarde, pero entre discursos, agradecimientos, premiaciones, las horas habían pasado. Joel comenzaba a cansarse, era uno de los maestros que entregaba los diplomas a los estudiantes sobresalientes y a unos pocos que no eran sobresalientes pero que de igual manera se graduaban.

Sus ojos iban de un lado a otro en la multitud. Ella no estaba allí.

Pensaba que después de tantos meses, la volvería a ver.

Pero vaya sorpresa se estaba llevando.

—Buscas a alguien es especial — era Carlos. Para su desgracia lo tenía a su lado todo el santo día.

—No — respondió rápidamente.

No había superado a Alisson.

Tampoco era que había mantenido el celibato. Su amigo se había encargado de que sacara un clavo con otro clavo. Lo único que Alisson no era un clavo, era un tornillo, uno de esos de rosca con punta fina y asesina, de esos que dan vueltas y vueltas, insertándose en los lugares y para sacarlos, solo se logra si es destruyendo la base.

—¿Aja? ¿Me ves con cara de idiota o de bebé?

—De idiota, pero no debes sentirte mal por eso — Le sonrió a la estudiante que se detuvo frente a él con ojos brillantes. No identifico si el gesto era porque le resultaba atractivo o porque estaba feliz de graduarse por fin.

Le daba lo mismo.

Su humor se había vuelto negro como la noche. Había detalles que le pasaban desapercibidos.

—Muy gracioso. — dijo el sin reírse — aunque no busques a nadie según tú, déjame decirte que veo a una pelinegro entrando al salón.

Joel se giró ipso facto, y dirigió la mirada a la puerta, detrás del público.

— Gracias al cielo que no buscabas a nadie — susurró con ironía Carlos.

Joel no le presto atención.

No podía. Sus ojos estaban fijos en Alisson, en cómo caminaba despacio hacia la multitud de graduandos.

Iba con su toga y birrete puestos, se sintió humedecido en los ojos y el corazón.

Ella lo había logrado.

Caminaba al lado de un hombre mayor, se imaginó que era su padre.

— Alisson Méndez — Dijo el decano Raymundo Rodríguez mientras Alisson subía despacio a recibir su título — Licenciada en Administración de Empresas.

Ella terminó de subir, Carlos que era quien tocaba entregar, le pasó el titulo rápidamente y Joel se quedó tieso y miró a Alisson, que esperaba por su entrega de título.

—¿Joel? — ella estaba hermosa y él sin habla.

—Felicidades. — entregó el título y posó para la fotografía de recuerdo.

—Gracias — murmuró ella sin mirarlo.

Alisson bajó del pódium y Joel sintió el vació de su presencia.

Habían pasado meses desde la vio por última vez.

Ella había enviado una carta a la rectoría, informado que necesitaba tomar el examen desde la clínica de manera virtual, pues aún estaba recién salida de la operación y no podría asistir a tomarlo.

Su Alumna (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora