Agosto de Mpreg

SaiGenos| Sexo en el embarazo

Fandom: One Punch Man.

Personajes: Saitama y Genos.

Advertencias: ●Canondivergencia. ●Smutt/Lemon. ●Lencería femenina. ●Genos housewife. 

Saitama parpadea, muchas veces.

Ladeando la cabeza, sentía que se estaba perdiendo de algo importante.

Su esposa mantenía esa sonrisa y las mejillas regodetas de un tono rosa, junto a su siempre aura maternal ahora potenciada por su embarazo.

Genos parecía extremadamente contento, agitando la pluma de limpieza sobre esos mangas.

Le causaba cierta rareza llamarle "esposa", pero a Genos no parecía importarle y decía constantemente que ser su esposa era un honor y demás; el chico se sentía halagado de que otros lo reconocieran como tal.

Después de todo no era una persona... o no del todo. Era un cyborg. 

Y tenía el cerebro de un joven adulto de 20 años.

Genos podía modificar todo de su apariencia, e incluso su voz, que si Saitama le gustará algo en particular él lo haría y estaría de acuerdo.

No sería un mal esposo si preguntaba, ¿verdad?

—Ey, Genos... tú te ves diferente— puf, ya, lo hizo por fin, era una avance.

Genos rápidamente se acerca a su lado y luego baja la cabeza, jugando con los bordes de su delantal rosa.

—Um, si, gracias por notarlo, sensei.

—Genos, ya te he dicho, deja de llamarme sensei.

Era raro. Viviendo como una pareja y un reciente matrimonio era inadecuado que lo siguiera llamando así. 

A Saitama le causaba cierta vergüenza y miedo; pues si estaba fuera y alguien lo escuchaba era cómo estar en una relación prohibida y obscena con un menor ingenuo y puro.

Ya lo era de por sí, porque hacían todo tipo de cosas durante la noche, Genos era lindo e ingenuo, estaban casados y todo eso; al final de todo, sentía que fue algo así como aprovecharse de su amabilidad y manteniendo un sucio secreto detrás de las cuatro paredes de su hogar.

Sin embargo, al pensarlo, Saitama siempre se sentía emocionado.

Las arreboladas mejillas de Genos provocaron un cosquilleo en el héroe.

—Bien... Saitama-san.

¡Que no era tan viejo!

Aunque... comparándose con Genos, tal vez un poco.

Saitama suspira y se peina el imaginario cabello que -no- tiene, rozando su brillante calva.

Incluso aceptaba que lo llamara "querido" o "esposo mío" o "mi señor", lo último como que no.

—¿Y bien?— a Saitama le molestaba no saber, más que preguntar.

King había dicho que era distraído, en palabras menores, con ciertas cosas y que estaba bien preguntar para evitar malentendidos o peleas maritales con su waifu.

La única experiencia que tenía King con las mujeres era a través de videojuegos, y ellas ni siquiera eran reales, pero sus consejos siempre funcionan por increíble que parezca.

Ante su duda Genos aparta la mirada, sonrojandose aún más mientras jugaba con sus dedos.

Oh, Saitama cree... saber.

Igual, algo sonrojado, Saitama tose en un puño.

—Si es algo privado, entonces no tienes porqué decírmelo.