Capítulo 1: La lluvia

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Existen otros mundos más allá del que podemos ver. A través de las infinitas posibilidades del espacio y el tiempo, nuestras vidas fluyen como un río, donde la presencia o ausencia de incluso la más diminuta de las circunstancias puede alterar o incluso dividir el flujo de nuestras vidas. Esta es la historia de una de tales circunstancias. En uno de miles de posibles futuros, la humanidad ha aprendido a utilizar un poder conocido como la Luz del Mana, una fuente de energía infinita que provee todas sus necesidades. Como resultado, el sufrimiento, la pobreza y la guerra son prácticamente inexistentes. Pero en este mundo aparentemente perfecto, existe una anomalía en la forma de las Normas, mujeres que nacen no sólo incapaces de controlar el Mana, sino que lo destruyen al contacto. Consideradas como anormalidades malignas, estas Normas son aisladas del resto de la humanidad en centros de contención especializados. Uno de estos es una isla llamada Arzenal, una base militar donde las Normas son entrenadas para luchar contra la única amenaza al mundo del Mana, unas bestias reptilianas masivas llamadas DRAGONs, usando armas mecanizadas robóticas conocidas como Para-mails.

Y fue a Arzenal a donde Angelise Ikaruga Misurugi fue enviada. Una princesa heredera del Imperio Misurugi, Angelise había vivido toda su vida rodeada de lujos, amada por todos, e igual que el resto de la humanidad veía a las Normas con desdén. Pero entonces, en su décimo sexto cumpleaños, su hermano mayor Julio expuso públicamente que ella misma era una Norma, y en un instante, su vida cambió para siempre por completo. Su madre murió intentando salvarla de la masa enfurecida, y su padre fue depuesto del trono por haber engañado a sus súbditos. Exiliada a Arzenal, forzada a pelear por su propia supervivencia, Angelise, o Ange, como fue renombrada, se convirtió en la piloto de Villkiss, un Para-mail único en su clase con mayor rendimiento que cualquier otro en Arzenal. Eventualmente, Ange se reunió con su antigua sirvienta, Momoka Oginome, la única humana aparte de los padres de Ange que conocían de su estatus como Norma, y la única persona que no le dio la espalda por su condición. A gran riesgo para su propia vida, Momoka buscó a su antigua ama para continuar sirviendo fielmente a Ange.

En Arzenal también residía otra Norma llamada Hilda. Igual que Ange, ella había sido arrancada a la fuerza de su propia vida anterior, pero la esperanza de escapar un día y reunirse con su madre le dio la fuerza para hacer lo que fuera necesario para sobrevivir. Finalmente encontró su oportunidad durante la Festa anual de Arzenal. Momoka había recibido un mensaje de Mana de la hermana menor de Ange, Sylvia. Su vida estaba en peligro, y Ange tomó la determinación de ir a salvarla. Pese a la tumultuosa relación entre ambas, Ange y Hilda unieron fuerzas y juntas lograron escapar de Arzenal. Tristemente, lo que las esperaba a ambas no fue más que una traición que les rompería el corazón. El mensaje de Sylvia resultó ser una trampa que le tendieron ella y Julio para poder eliminar de una vez por todas la aberración que había nacido en su familia. Y la madre de Hilda había dado a luz a otra hija para reemplazarla, una que podía utilizar Mana e incluso le había puesto el mismo nombre.

Es en este punto donde el flujo de la vida de Hilda se divide en dos caminos separados. Uno en el cual fue capturada tras abandonar la casa de su madre y regresó a Arzenal. Y el otro donde tuvo un encuentro que cambiaría el curso de su vida para siempre...

...

Desde su escondite entre la espesura de los árboles, una figura solitaria observaba el paisaje en busca de cualquier señal de su objetivo. La lluvia retumbaba en la capucha de su poncho y empañaba las lentes de sus binoculares, lo que le hacía casi imposible ver a través de ellos. Con un gruñido de frustración, los limpió y continuó su búsqueda. Inteligencia le había dicho que la segunda Norma probablemente habría regresado a su hogar aquí en la Unión Enderant para tratar de localizar a su madre. Y por lo que había leído, la reunión no iba a ser agradable, pero él tenía problemas mucho mayores que tener que lidiar con el corazón roto de la Norma. Aunque le dieron la dirección de la madre de la chica y un mapa del área, resultó ser que el mantenimiento del camino en esta área estaba muy abajo en la lista de prioridades de la Unión. Entre señales dañadas en el camino, puentes cerrados y marcas de terreno que habían sido movidas, él había perdido casi medio día antes de encontrar finalmente su ubicación.

Cross Ange: El Caballero de HildaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora