Capítulo 29: Sigue viviendo

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En los muelles de carga del campo de labor de Galia, las Normas residentes lentamente abordaban el Mikamura. Un carguero sumergible, el Mikamura originalmente estaba destinado a recibir y transportar Para-mails y suministros desde y hacia Neo-Zion. Sin embargo, en los días posteriores a la caída de Arzenal, se había convertido en una nave de evacuación.

Al subir a bordo, varias de las residentes lanzaban miradas nerviosas a los hombres armados que las habían ayudado. Pese a la relación que la Network había formado con los años con la resistencia subterránea en el campo, muchas de las residentes todavía estaban muy incómodas con tanto los hombres como los usuarios de Mana. O ex usuarios de Mana, considerando que la Luz de Mana había desaparecido.

Desde la playa, Bootleg observaba la evacuación en curso mientras detrás de él, el alcaide y los guardias restantes se arrodillaban en la arena, con los dos Para-mails del Mirai apuntando con sus cañones a los cautivos. Entre el número abrumador de las residentes, la falta de Mana para protección, y el poder de fuego de la Network (que a diferencia de las defensas del campo no dependían de Mana para operar), todo el personal se había rendido rápidamente.

– Capitán. – llamó el oficial ejecutivo del Mirai por su comunicador. – La evacuación casi está completa.

– ¿Qué hay de las reservas de alimento?

– El equipo de recuperación ya casi ha llenado la bodega del Mirai.

– Bien. Metan todo lo que sea posible a bordo. No hay forma de saber cuánto tiempo estaremos en mar abierto.

Aparte de la evacuación, las tripulaciones tanto del Mirai y el Mikamura habían ido al campo a extraer comida, medicinas, municiones y cualquier otro suministro esencial que pudieran llevar. En cuanto cortó la línea, una mujer atractiva a finales de sus treintas con cabello azul oscuro se le acercó.

– Así que ¿tú eres Bootleg? – le preguntó. Reconoció esa voz al instante. – No creí que llegaría a conocerte cara a cara.

– Tú eres Amanda. – respondió él. – La líder la resistencia en este campo.

– Así es. ¿Alguna idea de qué pasó?

– Lo único que sé con certeza es que Embryo de alguna manera está detrás de todo. Por lo que hablé con el Jefe, me dijo que esto está ocurriendo en otras instalaciones de Normas. Una vez que zarpemos, nos vamos a reunir con el resto de la flota y esperaremos nuevas instrucciones.

Amanda asintió, y lanzó una mirada a la isla que alguna vez fue su hogar y prisión desde que era una niña.

– Aún se siente como un sueño. Nunca me imaginé que llegaría el día en que podría salir de aquí. Para ser honesta, no estoy segura de qué haré ahora.

– Vive. – le dijo Bootleg. – La Network te ayudará, a ti y al resto, igual que siempre lo hemos hecho.

– Lo sé. – Amanda asintió con una sonrisa. – Supongo que si tú estás allí, no será tan malo.

Amanda se giró para marcharse, y Bootleg la observó mientras se reunía con las últimas evacuadas. Los dos se habían conocido a larga distancia durante años, y tuvo que admitir que era más guapa de lo que se había imaginado. Tal vez pudiera hacer arreglos para que viniera a su nave y tener una cena privada juntos.

– Pilotos, esperen hasta que nos alejemos del muelle. – les ordenó. – Luego regresen al Mirai.

– Sí, Capitán. – respondió un Para-mail.

– ¡Esperen un minuto! – gritó el alcaide. – ¡No pueden abandonarnos aquí! ¡No tenemos la Luz de Mana y tampoco podemos llamar por ayuda! ¡¿Qué se supone que hagamos?!

Cross Ange: El Caballero de HildaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora