– ¿Mañana? – repitió Hilda. – ¿Al mediodía?
– Eso es correcto. – respondió Salamandinay. – Finalmente recibimos noticias de Lizardia ayer. Ya ha localizado dónde tienen prisionera a Aura, en la costa de la Dinastía Velda. En este momento, los diferentes clanes se están reuniendo para el asalto.
Era muy temprano por la mañana, antes del desayuno, y Salamandinay había venido a sus aposentos en el templo para invitar a Ange y Hilda a unírsele en las aguas termales. Colgando del borde de la cascada, el baño daba una vista panorámica del valle y la ciudad debajo de ellas.
– ¿Por qué nos dices esto? – se preguntó Ange. – ¿Es otro de tus planes para ganarte mi ayuda?
– Para nada. – dijo Sala. – Puedes hacer lo que te plazca. Puedes quedarte aquí, o regresar a tu mundo. Simplemente deseaba informarles a todos ustedes de la situación. Por supuesto, debo admitir que contigo y tus amigos de nuestro lado... nuestras oportunidades de victoria se verían incrementadas.
Ange no le respondió.
– Lo entiendo. Es mucho a considerar. No tienes que darme una respuesta ahora. Ahora, necesito pedirles un favor. Hilda, ¿podrías prestarme a Sir Rio por el día de hoy?
– ¿Prestártelo? – preguntó Hilda, cuya voz dejaba ver claramente su suspicacia.
– No tienes de qué preocuparte, no tengo ningún deseo de tomarlo para mí. – le aseguró Sala. – Hay algo que me gustaría darle. Algo que creo que encontrará de gran utilidad.
– ¿Qué cosa exactamente? – preguntó Ange, a lo que Sala se puso de pie para salir del baño termal.
– Antes de responder a eso, hay algo sobre Rio que creo que ustedes dos deberían saber.
...
Arriba de la espalda del Goleta, Rio seguía de cerca a Salamandinay mientras la tierra debajo abría paso al azul infinito del océano. Todavía no estaba seguro de qué estaba haciendo aquí. Él y Tusk acababan de terminar una sesión de entrenamiento ligero y se sentaron a desayunar, cuando Sala y las chicas entraron. Hilda le dijo que tenía que ir con Sala, pero no le explicó nada excepto que "tenía algo que mostrarle".
– ¿Falta mucho para que lleguemos? – le preguntó a través del auricular que le dio para comunicarse.
– Sólo unos pocos minutos más. – le aseguró Sala. – Ya envié un aviso de nuestra llegada. Y Gila está muy impaciente por conocerte.
Eso no sirvió exactamente para tranquilizarle la mente. Si esta tal Gila era similar a la Dra. Gecko, entonces cabía esperar cualquier cosa desde ser disecado hasta lo que hicieron pasar a Tusk. Además, había otras cosas que esperaba hacer hoy, siendo la primordial saber cuál era esa energía de ayer. No era la Luz de Mana. Aparte del hecho de que Embryo extrajo el mana de raíz, tampoco se sentía igual. La Luz de Mana fluía desde afuera, o más bien chupaba de Aura, como ahora lo sabía. Pero la energía que utilizó para salvar a Lamia no era de una fuente externa. Más bien, se sentía como si hubiera venido de su interior. Así que ¿de dónde habría venido?
– Y bien, dime algo. – dijo de repente Sala. – ¿Cómo obtuviste tu nombre?
– ¿Huh?
– Tu nombre. Rio... ¿qué significa? – le preguntó. Rio no estaba preparado para eso. ¿Cómo le explicaría de una forma en que pudiera entenderlo?
– Bueno, tradicionalmente es una palabra antigua que se refiere al agua que fluye por la tierra. Sin embargo, lo tomé de Rio Starr.
– ¿Rio...Starr? – repitió ella.
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Cross Ange: El Caballero de Hilda
FanfictionAU del anime Cross Ange a partir del episodio 9. ¿Qué habría sucedido si hubiese un movimiento de resistencia pro-Normas entre los usuarios de Mana? ¿Qué papel habrían jugado, y cómo alteraría su presencia la historia? ¿Y qué tal si uno de sus agent...