El Lamento De Un Mestizo (Severus x T/N) #1

19. Besos de medianoche

Severus Snape

¿Qué está pasando...?

Pegó sus labios a mi cuello y los movía produciéndome miles de sensaciones en mi cuerpo y mandando la sangre a mi miembro de manera inmediata.

—T/N...

—Shhh —me interrumpió —necesitamos calor.

Y eso fue suficiente para mí, acaricié su espalda necesitándola, todo su cuerpo. Ella empezaba a subir sus besos por todo mi cuello llegando a mis labios.

Comenzó besando mis labios con suavidad y yo la correspondía con una pequeña sonrisa, hasta que sentí que necesitaba sentirla más, como una droga a la que tienes abstinencia.

La besé de manera desesperada, como si fuera la primera bocanada de aire fresco después de ahogarte, mi pene estaba duro y firme, muy palpitante y deseoso por salir.

Movía mis labios contra los de ella con pasión, puso sus manos alrededor de mi cabeza pegándome más a ella, para mí eso era justo la señal que necesitaba para meter mi lengua y explorar su boca.

Ella me correspondió, entrelazó mi lengua con la suya y ella pegaba más su cuerpo al mío, haciendo presión con su pelvis en mi dura erección, como si pudiese ver mi excitación.

Yo acariciaba sus curvas, su preciosa cintura, ahora nos habíamos calentado más de lo que debíamos por lo que rompí el beso con suavidad, dándole un último beso final.

No quise que esto acabara nunca, pero sé que de esta forma solo me ilusionaba a mí mismo.

—Buenas noches... —susurré.

Ella se acurrucó en mi pecho y enseguida se durmió como ni nada hubiera pasado, acaricié su mejilla con amor y, abrazándola, me dormí.

Y esa, sin duda había sido la noche con más magia para mí en toda mi vida.

Probablemente jamás se repetiría y disfruté del beso hasta el final, siempre se quedará en mi mente.

Siempre...

...

Amaneció, T/N ya no estaba en mis brazos, se había puesto su ropa y había traído algunos frutos para que comamos algo antes de buscar el camino.

—Sobre lo de ayer... —dijo —lo siento, no sé qué me pasó, no se volverá a repetir...

—Está bien... —dije —yo lo hice porque tú me lo pediste.

Esa mentira no me la podía tragar ni yo, pero no hay tiempo para llorar ahora.

Me vestí y fui con ella, la abracé necesitándola de nuevo, ella me correspondió. Siempre podría contar con ella como mi mejor amiga.

—Encontraremos el camino... —dijo y comenzamos a caminar.

...

Joseph T/A

No había pegado ojo en toda la noche.

No saber dónde están mi hija y Severus...

Discutí fuerte con el monitor de El Garañón, le dije que teníamos que ir a buscarlos, él conocía el lugar, pero se negó rotundamente además justo empezó a llover, no pude hacer nada.