El Lamento De Un Mestizo (Severus x T/N) #1

27. Secreto

Capítulo dedicado a @AlanSeverusSnape. Feliz cumpleaños ❤️

Narración en tercera persona

Lord Voldemort.

Así se hacía llamar Tom Riddle, ese hombre de 48 años que tanto poder ansiaba.

Su ejército iba creciendo aún más, reclutando a los mejores magos del mundo.

Pocionistas, videntes, hombres lobo y hechiceros era lo que Voldemort buscaba.

No obstante, lo que no quería eran legeremantes, ya que podían hacerle competencia y eso era algo que él controlaba minuciosamente.

—Mi señor...

—Lucius —dijo su voz áspera —has hecho mucho por nosotros, serás recompensado. Sin embargo, no has conseguido que ese tal Snape se una a nosotros.

—Lo conseguiré, mi señor.

—Eso es lo que todos esperamos.

Bellatrix lo miraba con tal admiración que parecía estar enamorada de él. Faltaba muy a menudo a clase para asistir a esas reuniones.

—No obstante —continuó diciendo —he investigado a un legeremante como yo. He conseguido que se una a nosotros alguien muy especial, que se encargará personalmente de hundir en la miseria al profesor Joseph T/A.

Por la puerta apareció un sujeto encapuchado.

—Les presento a Secreto —dijo el señor tenebroso —nos está ayudando mucho ¿Qué tal la misión?

—Todo bien —dijo Secreto con voz clara —lo he observado muy de cerca. No suele pasar muy
desapercibido.

—Confío en ti para esta misión, Secreto —dijo Voldemort con una sonrisa amenazadora —ya sabes las consecuencias si no lo haces.

—Sí, mi señor —hizo una reverencia y se fue.

...

Estábamos a mitad de verano y hacía ciertamente mucho calor.

Joseph se dirigía al aeropuerto con su hija y su yerno adolescente, con las hormonas revolucionadas.

...

T/N T/A

Awww se veía tan lindo con esa camisa de piñas que le regalé. Iba mirando por la ventana del coche, decía que le daba pánico pasar 9 horas en un avión.

Estaba muy nervioso y se le notaba. Resultaba gracioso porque estaba realmente preocupado, no quería ni imaginarme cómo se pondría el día que tenga que pasar 13 horas en un avión.

Llegamos al aeropuerto y facturamos las maletas, pasamos por el control y nos dirigimos a la puerta de embarque.

Entramos al avión, íbamos en primera clase, los asientos eran muy cómodos y se podían reclinar.

—Sonrían —dijo papá y nos sacó una foto.

Severus me miró, estaba nervioso y buscaba mi compañía con su mirada.