El Lamento De Un Mestizo (Severus x T/N) #1

25. La profesora de Adivinación

Este capítulo se lo dedico a un pendejo que se ríe de mí y de mi doblaje, quiero que sepas que eres bobo pero así se te quiere igual, maldito ❤️

Severus Snape

Estábamos cenando en el Gran Comedor cuando Dumbledore llamó la atención de los presentes.

—Es para mí un placer darle la bienvenida a la nueva profesora de Adivinación —anunció —ya que el antiguo profesor se ha jubilado es un honor presentarles a la señorita Isabella Hills.

Una mujer de unos 40 años se levantó. Se notaba que ya tenía una edad aunque se mantenía muy bella, su pelo era rojizo muy oscuro, sus ojos como cristales y bastante alta. Tenía una ropa sencilla pero a la vez muy elegante.

Miré rápidamente a T/N.

—Baby...

Ella miró hacia mí y, como si hubiese leído mis intenciones, dijo sonriendo:

—Sí, es perfecta para él.

...

Al principio lo veíamos todo como una locura pero durante la siguiente semana la vimos demasiado pegada al señor Joseph, y él parecía no molestarse por su presencia.

Hasta que un día, estaba paseando con mi hermosa novia, agarrados de la mano. Pasó delante de nosotros y nos miró por unos segundos.

—¿No me digan que son novios?

Sonreí y asentí con la cabeza, ella abrió la boca ligeramente sorprendida.

—¿Joseph lo sabe? —preguntó mirando a T/N.

—Sí... él nos ayudó a dar el paso.

La profesora sonrió ampliamente.

—¿Les gustaría venir a Hogsmeade? Les invito a tomar algo.

Miré a T/N y ella a mí, nos sonreímos, esto era ideal para meterle al señor Joseph por los ojos.

Llegamos a una cafetería y nos sentamos en una mesa, yo al lado de mi hermosa novia y la profesora frente nosotros.

Estaba tan hermosa... se me antojaba tocarla debajo de la mesa con el riesgo de que la profesora nos descubra. Pero solo puse una mano en su pierna, poniéndola nerviosa.

—Dime, T/N, ¿qué le gusta hacer a tu padre?

—Le gusta leer... escribir... bueno, no sé.

—Se le ve un buen hombre —dijo con una sonrisa.

—Lo es —afirmé.

—Y... ¿tiene pareja? Solo por saber.

—No —respondí —lleva varios años soltero.

Sus pupilas se dilataron, lo pude notar, está claro que le gusta.

Subí un poco más mi mano por el muslo de T/N, en una caricia peligrosa. La noté jadear y eso hizo que se me tensara la polla.