CAPÍTULO 26

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Fukushu Kin

En toda la mañana evite el tema de mi salida de anoche con Karma. A los dos primeros intentos, se dio por vencido.

Entre al aula y vi a Itona sentado, a un lado del asiento de Karma.

—¡Onii-chan! —corrí a él y lo abracé, agachandome un poco ya que él se encuentraba sentado—. ¡Estas aquí!

—Aún no me acostumbró a tus emociones —aclaró, mirando el libro sobre su mesa.

—¡A ti ya te quitaron los tentáculos! Deberías dejar de ser tan frío —chille mientras seguía abrazandolo—. Ya veo que así eras originalmente.

Con su mano palmeo mi cabello.

—¡No eres tan malo! —exclame, con alegría.

—¿Aún no te quitan los tentáculos? —me quito los brazos de él y me miro con miedo en los ojos—. Fukushu, podrías morir en dos días, incluso podría ser mañana...

—Ya ya —me levante y me senté en mi lugar—. ¿A quién le importa eso?

—A nosotros —dijo Maehara, entrando al aula junto con Isogai—. Itona-Kun, ¿Sabes como podríamos ayudarla?

—Ni siquiera yo se porque Fukushu aceptó los tentáculos —respondido Itona mirandome—. Lo mío fue la obsesión por la fuerza, y Fukushu tal vez por el deseó de...

Le arroje mi mochila en la cara, y no termino la oración.

—¡¿Eso que fue?! —preguntaron los estudiantes que ya estaban presentes.

—¿Que cosa? Yo no vi nada —apoye mi cabeza en el escritorio y cubriéndome con mis brazos.

○○○

Llegó la hora del almuerzo, no dejaba de mirar por la ventana. Algo en mi esperaba que Asano apareciera, pero también sabía que él no se rebajaría a tal cosa.

—¿Ya me dirás que paso? —Karma acercó su escritorio al mío, se sentó y colocó dos almuerzos—. Tengo que saber si debo golpearlo.

—Sabes que no como —recordé.

—Inténtalo, así como has avanzado desde que llegaste. Se que avanzaras con la comida —aseguró y me dio una manzana—. Empecemos con las frutas. De lo más ligero a lo más pesado.

Agarre la manzana y mi estómago se achicó.

—¿Entonces que pasó con él? —preguntó Karma, nuevamente.

—Trato de manipularme para... para que dejara la clase E —por fin respondí, a su posible duda que no lo dejó dormir—. Y me besó, creo que para persuadirme...

Se levantó de la silla, con su tipica mirada de que hará una travesura.

—¿Karma?

Cuando lo vi salir del aula, me apresure a seguirlo. Tenia una leve idea de lo que haría.

—Karma...

Descendió la montaña, con la mirada fija en el final de esta. Yo solo seguía atrás de él, pero tenía un aura diferente, tenía un algo que me provocaba miedo y me prohibían detenerlo.

¿LA HERMANA DE KARMA?||ASANO X OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora