Renunciar

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Capitulo corto



~*~*~



—Oigan, esperen— les gritaste al grupo que se iba. Algunos se dieron la vuelta con un brillo de esperanza en los ojos. —Llamen a Chat y a Ladybug. Quiero darles algo.—

Te estabas rindiendo. Ya no estabas realmente motivada. Todo se sentía... inútil. No te gustaba tu vida normal, pero la preferías a estar atrapada en esa habitación con esa estúpida planta. Tenías la sensación de que la planta te estaba provocando esto, pero la ignoraste, solo querías ir a casa.

—Bien.— Asintieron. Escuchaste pasos que se alejaban mientras suspirabas y bajabas la cabeza. Escuchaste un repiqueteo de pasos que se acercaban a ti y miraste hacia arriba.

—...Dijiste que tenías hambre, ¿verdad...?— preguntó el chico. Nathaniel le tendió una bolsa marrón, con una sola parte transparente. Era de la panadería de Marinette. Tenía [Snack] dentro. —Dijiste que te gustaban estos...—

Un solo "Oh" salió de tus labios entreabiertos. Lo miraste de reojo. —Estoy un poco atada, así que, a menos que me vayas a dar de comer, no creo que pueda comerlo.—

—Oh, eh, cierto, lo siento... —murmuró, retrayendo el brazo. Te quedaste mirando la bolsa marrón.


¡Tenías tanta hambre ...!


—¿Podrías alimentarme...? —preguntaste, con los ojos todavía fijos en la bolsa. Revisaste tus palabras, abriendo mucho los ojos al ver su expresión de sorpresa. Ambos se miraron el uno al otro, claramente en pánico. —U-Uhm, quiero decir ...

—Yo... supongo...— murmuró. Sacó un [Snack] y lo puso en tu boca. Lo apretaste con los dientes con entusiasmo, pero antes de que pudieras morderlo, lo dejó colgando fuera de tu boca. ¡No podías morderlo; se caería!

—Mm... ¿Mmm? ¿Mmmm?— Gritaste con los labios cerrados. Él parecía confundido, antes de agarrar con pánico el [Snack]. Lo mordiste, separando la parte que estaba en tu boca de la parte que estaba en su mano. Masticaste la comida, feliz de finalmente poder comer.

—Ah, lo siento... —dijo, con la voz alta y llena de incertidumbre. Sonreíste para tranquilizarte, sin dejar de masticar.

Seguiste comiendo, él se mostraba algo tímido a la hora de alimentarte.

—Uh, Nathaniel, ¿qué estás haciendo?— preguntó Chat, lo que provocó que Nathaniel gritara, saltara hacia atrás y dejara caer un [Snack] a medio comer al suelo. Chat estaba en la puerta, cargando a Ladybug, que parecía extremadamente cansada e insensible.

Terminaste de masticar y te quejaste: —...Mi merienda...—

—L-lo siento, T/N... —suspiró Nathaniel, cogiendo el bocadillo —Voy a tirar esto y te dejaré en paz....—

Nathaniel se alejó y tú le gritaste: —¡Gracias, Nathaniel!—


Te sentiste revitalizada. Poderosa. ¿Qué, la comida anuló los efectos del gas? Te liberaste de tus ataduras, lo que hizo que Chat se tambaleara hacia atrás.


—Está bien, está bien. Oye, Ladybug, atrapalo— Sonriste y le lanzaste una bola brillante de una sustancia nebulosa. Era una bola blanca. No era una bola real; la manipulaste para que tomara forma y reaccionara de esa manera. Aterrizó en su pecho, lo que la hizo jadear profundamente, como si se hubiera estado ahogando. La bola oscura regresó a ti.

—T-T/N, tú... —balbuceó Ladybug. Chat la dejó ponerse de pie, pero la sujetó por los hombros, temerosa de que volviera a caerse. Su piel ya no estaba tan pálida como antes y su expresión cansada y desesperanzada fue reemplazada por una de sorpresa.

—Así es, me rindo.— Suspiraste, levantando los brazos. —Siento pena por todas las personas a las que les quité los suspiros. Solo toma mi Akuma.—

—T/N... ¿de verdad te estás rindiendo...?— Chat se quedó boquiabierto, con los ojos muy abiertos. Tú asentiste.

—...La niebla. Simplemente... se deshizo de todo. Mi determinación. Mi conexión con Hawkmoth. Mi ceguera hacia la gente a la que estaba lastimando. Diablos, también se deshizo de mis poderes. Quiero decir, si me voy por un tiempo, probablemente dejará de afectarme y volveré a la normalidad, pero... Como sea. No me importa. Solo tómalo. —Dijiste, quitándote el yeso de la muñeca. Rasgaste tu hoja por la mitad, el Akuma escapó. Se alejó revoloteando, el color oculto por la niebla azul, dejando solo una ligera silueta a la vista. Una parte de ti estaba triste de verlo irse. Revoloteó hacia Ladybug, y ella lo atrapó, sin necesidad de palabras.

Soltó la versión purificada de la mariposa y, como no había usado ningún amuleto de la suerte, el daño se restauró sin él. La magia se extendió desde su yo-yo, iluminando la habitación.

—Adiós, pequeña mariposa...— susurró mientras la mariposa desaparecía.


Pero... había un problema. Mirabas fijamente tu piel negra como la brea y que irradiaba niebla.


—Oye, Ladybug... ¿Se supone que aún debo tener mis poderes?—

Miraculous Ladybug x Lectora AkumatizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora