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—Me temo que no encuentro nada... —murmuró. Levante una ceja.
Volviste a casa del Maestro Fu al día siguiente. Hablaste mientras él hacía cosas raras de la antigua China o lo que sea... No prestaste demasiada atención a lo que hacía. Resulta que él sabía bastante sobre ti, ya que Marinette venía de visitar a menudo y preguntaba por ti. Sabía que conocía la identidad de Marinette, sobre tus akumatizaciones y más.
—Pero... ¿no hiciste nada? —pregunto. Él parecía confundido. Decidiste explicarle más antes de que pudiera preguntar —¿Análisis de sangre...? ¿Revisiones? Ya sabes... ¿Cosas habituales de un médico?
—Ah, me temo que no soy médico... Este es un antiguo ritual chino para comprobar si hay magia y...
—Oh, bien. ¿Me pueden diseccionar ahora?— preguntate con una sonrisa. Él palideció hasta quedar blanco como el papel y te reíste: —Jaja. Lo siento, viejo, pero tus reacciones son hilarantes. Puedes continuar si quieres.—
—No hay, eh, necesidad... —tragó saliva. Ah, quizás deberías haber escuchado —Creo que puedes hacer pruebas a ti misma si lo deseas, bueno, quiero decir, nada de disecciones, pero...
—Sí, lo entiendo. —Te encogiste de hombros y te alejaste hacia la puerta —¿Eso es todo? Porque tengo una sesión de experimentación con mis poderes para llegar a...
—Ah, sí, por supuesto. Cuídate, T/N. —El hombre hizo una reverencia. Tú sonreíste.
—Gracias, tú también —le saludaste con la mano y saliste. Dejaste escapar un suspiro de alivio cuando la puerta se cerró detrás de ti. Puede que hayas bromeado con él un par de veces, pero eso no hizo que te sintieras menos incómodas. La incomodidad era lo tuyo.
Saliste del edificio y comenzaste a caminar para encontrar la fábrica abandonada. Te metiste en un callejón cuando te impacientas y te transformaste en tu forma de susurro. Luego te desplazaste entre las sombras, usando la oscuridad como camuflaje para llegar al lugar más rápido. No hubo un gran cambio de color, pero aún deseabas estar completamente oscuro como antes. Aun así, estabas bastante cerca de la sombra, por lo que realmente no fue un problema.
Encontraste la fábrica abandonada, donde habías tenido cautiva a Ladybug/Marinette (y donde también quedaste atrapada después...). Fuiste al centro, donde era más espacioso. La gran pieza de maquinaria que estaba en el medio antes de desintegrarse, y era bastante obvio quién lo había hecho.
—¡T/N, qué bueno verte venir! —La voz de Chat llegó detrás de ti. Volviste a tu forma habitual.
—Hola, Chat— lo saludaste. Obviamente él era el que se había deshecho de la maquinaria y, como resultado, había mucho más espacio. —¿Entonces me vas a ayudar a experimentar?—
—Sí, solo estoy recopilando datos. De todos modos, todos tus poderes son los mismos que antes, ¿verdad?— preguntó. Te encogiste de hombros.
—No pude experimentar mucho mientras estuve akumatizada, y no he intentado nada más que los trucos que hice mientras tenía mi akuma, así que...— Te quedaste en silencio. Solo confirmaste que tus poderes todavía funcionaban normalmente; no habías intentado realizar ningún truco nuevo. Realmente no se te había pasado por la cabeza hasta ahora.
-Muy bien. Juguemos entonces, ¿Ok?— Sonrio. Tú resoplaste y pusiste los ojos en blanco.
—Claro. Vamos, sólo dime qué hacer— preguntaste. Él ascendió.
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Miraculous Ladybug x Lectora Akumatizada
FantasyUna historia sobre una chica, T/N L/N. Después de ser akumatizada por Hawkmoth, pero sin un objetivo real, se convierte en la Akuma más grande que Hawkmoth haya tenido, así como en el mayor peligro para París. (El libro no me pertenece ni la serie...