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📍Inglaterra, Manchester
2 de Julio de 2022

Olivia se dirigía al departamento de Julián mientras escuchaba su playlist de Taylor, Dua Lipa y Gracie Abrams, la chica iba gritando como loca todas las canciones.

Julián le había dicho para que vaya a tomar unos mates y ella gustosa aceptó. Julián le parecía un chico muy amable, pero obviamente tenía miedo. Tenía miedo de abrirse con el, pero no es por él sino que Olivia es así con todos.

La morocha estaba un poco inestable todavía por todo lo que había sucedido días atrás y tenía miedo de quebrarse con Julián pero también necesitaba despejarse un rato.

Después de diez minutos de viaje la morocha llegó a su destino. Estaciono su jeep negra en frente de la casa de Julián y luego bajó para tocar timbre.

— Holis, traje medialunas — saludó alegre la morocha.

— Holaa, no hacía falta nena — dijo Julián y luego se abrazaron para saludarse — veni pasa.

La porteña fue atrás del cordobés y entraron al departamento. Era súper grande y estaba todo ordenado y limpio, eso la sorprendió un poco.

— Emi viene más tarde — dijo Julián mientras se sentaba — dulce o amargo?

— Dulce, obviamente — respondió la morocha y Julián puso azúcar y se sacrificó tomando el primer mate.

Todos sabemos que el primer mate siempre es el más feo.

— Y cómo estás? — preguntó la morocha cortando el silencio.

— Todo tranqui, vos?

— Bien... — mintió.

Estaba todo como el culo pero ella quería creer que todo estaba bien.

— Y qué onda con Joaquín? Todo bien? — preguntó el cordobés interesado en la relación de la morocha.

Esa pregunta la desestabilizó completamente.

Olivia se quedó callada por unos segundos recordando todo. Sus ojos se empezaron a poner llorosos y el cordobés lo notó enseguida.

— Perdón si pregunte algo que no...

— No, tranqui — lo interrumpió la morocha — pasó al baño, donde es? — limpió rápido una lágrima que caía por su mejilla.

— Vas por ahí y la segunda puerta de la derecha — indicó el cordobés un poco preocupado por cómo se había puesto Olivia.

Olivia no dijo nada más y se dirigió al baño. Entró y lo primero que hizo fue intentar calmarse pero no podía, este tema la ponía tan mal y eso le llegaba a molestar.

Luego de unos minutos la morocha salió un poco más calmada, pero aún con ganas de llorar.

Julián se levantó y puso sus manos en los hombros de Olivia y la miró a los ojos, esos ojos que tenían perdidisimo a Julián.

— Oli, estás bien? Queres hablar? — preguntó preocupado el cordobés y Olivia no pudo evitar largarse a llorar.

No le gustaba que las personas la vean llorar, se sentía débil.

ENCHANTED - Julián Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora