Olivia se encontraba apoyada en un paredón mientras esperaba a Julián. La morocha tenía frío, tenía puesto un vestido corto así que mucho no ayudaba con el clima.
Se sentía estúpida por pensar que Joaquín le iba a pedir perdón por todo lo que dijo de ella, era obvio que él no iba a decir eso si es la persona más orgullosa y de mierda que Olivia conoció.
Llevaba esperando en aquel lugar un largo tiempo "¿Cuánto había caminado?" Se preguntó a ella misma. No podía creer todo lo que camino y encima sin estar prestando atención.
Con el pasar del tiempo la morocha se pudo tranquilizar, pero nada le generó tanto alivio que ver el auto de Julián acercándose rápidamente hacia ella.
Luego de la llamada de la morocha Julián se preocupó demasiado al igual que sus amigos así que vino lo más rápido que pudo.
Julián la miró durante unos segundos cuando Olivia entró al auto y al notar que ni una sola palabra salía de su boca decidió arrancar el auto.
Olivia no le había dicho nada de lo que había pasado a Julián. El llanto y la vergüenza no la dejaban explicar lo que había sucedido.
Mientras manejaba Julián miraba de reojo a la ojiazul para poder asegurarse de que se encontraba bien, pero al ver su nariz colorada y que estaba temblando por el frío que tenía decidió sacarse su buzo.
— Toma, te estás muriendo de frío Oli — Julián le entregó su buzo.
Al principio la muchacha lo dudo pero el frío que tenía era mayor así que decidió agarrar el buzo negro de Julián.
— Gracias... y gracias por venir Juli — agradeció un poco avergonzada por la situación.
Julián la miró y le sonrió pero hizo una pequeña mueca al notar los ojos llorosos de Olivia, la cual ahora tenía la cabeza apoyada en el vidrio. Al cordobés lo inquietaba de sobremanera no saber cómo ayudarla.
— Oli... — no quería meterse en lo que había pasado pero necesitaba saberlo, más que nada para saber cómo ayudarla — que pasó?
— Fui una boluda eso pasó — la morocha no quería hablar de lo que había pasado, pero sabía que Julián merecía una explicacion.
— No digas eso Oli.
— Joaquín se me acercó en la fiesta y me pidió para hablar... — empezó a contar la porteña — yo... yo acepté pero fue porque pensé que capaz el... me podía pedir perdón por lo que pasó la otra vez — admitió avergonzada Olivia.
Julián sabía lo que Joaquín había dicho de ella ya que la morocha le contó y obviamente que el odio que le tiene es enorme. En la cabeza de Julián no entraba como una persona podía ser tan forra.
— Claramente eso no pasó... me vino a hablar para que me vaya con él a... bueno ya sabes — Julián hizo una mueca de asco, Joaquín era el peor y solo quería aprovecharse de Olivia y eso el cordobés lo sabía — también me dijo que todo lo que había dicho era verdad y que básicamente no se arrepentía de nada...
Julián se quedó callado por unos segundos mientras su enojo con Joaquín crecía cada vez más y estaba completamente justificado. Si llegaba a cruzarse al jugador del United le iba a pegar una piña y Joaquín lo tenía más que merecido. Dar la vuelta e ir a pegarle una piña a Joaquín lo estaba tentando bastante.
Pero no lo hizo porque sabía que lo único que necesitaba Olivia era estar tranquila, no quería seguir agregando más problemas a Olivia.
— A él le importa una mierda lo que sentis y claramente te hace mal, no te mereces estar con una persona como él porque vas a salir lastimada una y otra vez Oli.
La porteña sabía que Julián tenía razón, ella ya se había dado cuenta de la clase de persona que es Joaquín y tenía muy en claro que no iba a volver con él.
— Si, ya sé Juli... — dijo avergonzada.
— No tengas vergüenza por lo que pasó — habló Julián una vez que se dio cuenta de la vergüenza de la morocha — él debería tener vergüenza por todas las cosas que dijo y te hizo, más sabiendo lo buena persona que sos, se perdió tremenda mina — confesó Julián.
Esos comentarios hicieron que se formara una leve sonrisa en la cara de la chica.
— Gracias Juli — sonrieron los dos.
El camino hacia el departamento de Julián siguió silencioso ya que la morocha cayó profundamente dormida.
Los dos se dirigían al departamento ya que Olivia no quería molestar a Yaz y como Emilia no estaba Julián le ofreció ir a su departamento.
— Oli, ya llegamos — sacudió con cuidado a Olivia para poder despertarla.
Los dos morochos subieron por el ascensor y luego entraron al departamento.
— Perdón — dijo Olivia.
— Por?
— Por hacer que te vayas de la joda y encima quedarme acá, no quería molestar.
— Ay Oli... vos no me molestas — sonrió el cordobés y acarició el brazo de la morocha — tranqui.
Julián le dio una remera y un short de él para que Olivia pueda dormir cómoda, le quería dar de Emilia pero sabía que a la cordobesa no le iba a gustar eso, así que mejor se ahorró un problema.
La morocha se fue a cambiar y se sacó el maquillaje con el agua micelar que estaba ahí y un algodón.
— Posta gracias Juli — agradeció otra vez la morocha.
— No es nada Oli — el cordobés sonrió y agarró una almohada y una frazada para poder ir a dormir al sillón.
— Donde vas?
— Al sillón, así dormís tranquila.
— Como vas a dormir en el sillón? Es tu casa, voy yo — la morocha caminó pero Julián la detuvo.
— Sos la invitada, dormí acá.
— Te dije que no.
— Y yo te dije que sí, dale.
— No, voy yo allá.
— No Oli, voy yo.
Después de unos largos minutos discutiendo por quién dormía en el sillón y quien en la cama llegaron a un acuerdo.
— A mí no me molesta dormir con vos aparte la cama es grande.
— Segura?
— Si, dale, no vas a dormir en el sillón salame.
La porteña y el cordobés finalmente se acostaron. Antes de dormir Olivia le avisó a sus amigos que estaba bien y que estaba con Julián para que no se preocupen y luego de unos minutos la morocha cayó profundamente dormida.
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Estoy sin ideas
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