Una semana después
Olivia terminaba de aplicar su gloss de Dior en su boca para luego ponerse su perfume tan característico de ella. Esta noche saldría a comer con su mejor amiga Yaz a un restaurante. Estaba bastante contenta ya que hace mucho que no salían solas y necesitaban darse ese tiempo juntas.
— Ya estás gorda? — preguntó yaz.
— Si, vos? — Olivia preguntó y yaz asintió con la cabeza — Bueno vamos.
Las dos jóvenes se pusieron sus abrigos y agarraron sus carteras para finalmente dirigirse a la puerta e irse al restaurante en el cual tenían una reservación.
(...)
— En foto se veía lindo pero en persona es hermoso el lugar — dijo Olivia una vez que entraron al restaurante.
La belleza del lugar las deslumbraba por completo. Era un lugar muy hermoso y elegante, tenía colores dorados combinados con rojos y madera, las mesas estaban decoradas con floreros de rojas rojas y en las escaleras tenían una alfombra roja en el medio, era todo muy hermoso y delicado.
El mozo se les acercó y las dirigió hacia su mesa. Las dos se sentaron y agarraron el menú para ver qué pedir.
(...)
Las cosas con Emilia estaban mejor. Las aguas estaban más calmadas al parecer.Luego de la pelea que tuvieron Julián y Emilia días atrás se pudieron "reconciliar". Como Julián quería arreglar las cosas con su novia le propuso ir a cenar a un restaurante y ella gustosa aceptó.
Emilia estaba más tranquila ya que Julián no se veía con Olivia hace unas semanas y tampoco hablaban por chat. Ella sentía que lo volvía a recuperar y eso era un alivio para ella.
— Estás hermoso — le dijo Emilia a Julián y pasó su mano por el pecho del cordobés.
— Vos también Emi — sonrió el mientras tomaba la cintura de Emilia.
Después de unos minutos la pareja se dirigió al restaurante. Julián manejaba mientras Emilia estaba con su celular y parecía muy entretenida chateando con alguien.
Al llegar el mozo los guió a su mesa y los dos se sentaron. Julián analizó el lugar y mientras iba viendo las mesas de los demás le pareció ver a dos chicas conocidas. El cordobés miró otra vez y vio a Olivia, esa chica de ojos lindos que no salía de su cabeza desde que la conoció, esa misma chica que no veía hace semanas por intentar recuperar una relación que ya estaba perdida por más de que Julián no lo quiera aceptar.
El cordobés no podía dejar de mirar a Olivia. La chica estaba hermosa, tenía un vestido negro pegado al cuerpo con unos borcegos y una campera.