Transformers Prime: Hasta que Todos Seamos Uno

Lazos Inquebrantables

Ratchet: Muy bien, sigue la luz.

Optimus ya de pie calibraba sus ópticos para que Ratchet avalace su recuperación.

Ratchet: Bien, todo parece estar en orden, no recomiendo nada excesivo pero parece que ya estás de regreso Optimus.

Optimus: Gracias Ratchet.

El líder Autobot salió de la capsula y se paró erguido, un ruido llamó su atención: eran los menores del equipo acercándose.

Arcee: ¿Todo bien Optimus?

Optimus: Sí, Arcee. Gracias por preguntar. Me alegra ver que todos están bien. Una vez más agradezco los esfuerzos de ambos.

Arcee: Para nada, fue Bee quien se aventuró a lo desconocido.

Bumblebee: Solo exploraba.

Arcee y Bumblebee se miraron y sonrieron, una conexión especial evidente para todos en la sala. Optimus notó la interacción, pero no dijo nada en el momento.

Arcee: No pudimos ver qué sucedió con Megatron, intentamos eliminarlo pero teníamos encima a Starscream y los demás.

Optimus: Entiendo, Arcee. La seguridad del equipo siempre es la prioridad. Megatron puede esperar. Lo importante es que todos regresaron sanos y salvos.

Todos los presentes comenzaron a retirarse, mientras Optimus caminaba por los pasillos comenzó a hundirse en sus pensamientos. Optimus recibió las palabras de Arcee de forma agridulce, por un lado, estaba agradecido por que Megatron no hubiera muerto, pero por otro, sabía que el líder seguía siendo una amenaza.

Mientras recordaba a su equipo interactuar y trabajar juntos, no podía dejar de pensar en la complejidad de su relación con Megatron.

Optimus: (Pensando) Megatron y yo éramos una vez hermanos en nuestra causa. Pero su ambición y deseo de poder lo llevaron por un camino oscuro. A pesar de todo, no puedo evitar sentir un remanente de aquel lazo que compartimos. Su destrucción no es algo que busque con ligereza.

Miró a Bumblebee y Arcee alejarse, quienes trabajaban en las reparaciones de una consola dañada, y sintió una punzada de preocupación, sus interacciones llenas de camaradería y confianza. Una sonrisa se formó en el rostro de Optimus, pero pronto se desvaneció al pensar en el futuro incierto.

Optimus: (Pensando) Cada vez que enfrentamos a Megatron, nos acercamos un paso más a la aniquilación mutua. ¿Es posible que aún haya una esperanza de redención para él? O quizás, simplemente estoy aferrándome a un sueño imposible.

Optimus recordó las palabras de Alpha Trion y Sentinel, sus mentores, sobre la importancia de la esperanza, la fe en los demás, la voluntad para tomar decisiones difíciles y lo más importante: saber cuando ya no eres necesario, habrán quienes heredaran tus ideas, seres jóvenes que no estarán atados al pasado, con ideas frescas. Pero con cada enfrentamiento, esa esperanza se desvanecía un poco más. Megatron se había convertido en una fuerza de pura destrucción y odio, una amenaza constante que no podía ser ignorada.

Optimus: (Pensando) Debo seguir creyendo en la posibilidad de cambio, pero también debo estar preparado para lo peor. La seguridad de mi equipo y la supervivencia de Cybertron dependen de ello.

Mientras caminaba por la base, reflexionaba sobre la responsabilidad que pesaba sobre sus hombros. No solo debía proteger a sus compañeros Autobots, sino también intentar mantener un rayo de esperanza para todos los habitantes de Cybertron sobrevivientes, y ahora también a sus amigos humanos.

Optimus: (Pensando) Quizás nunca haya una respuesta clara.

Un pensamiento debido a los eventos recientes cruzó su mente, ¿que pasaría si algo le sucedía a él? Mientras caminaba por los pasillos de la base, Optimus pensó en su equipo. Cada uno tenía su papel, su misión, sus caminos, y todos dependían unos de otros. Pero la pregunta persistía en su mente: ¿estaban realmente preparados para un futuro sin él? Era una carga pesada, pero una que debía considerar seriamente.