¿Alianza?

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El aire nocturno del bosque de las afueras de Jasper estaba cargado de tensión. Los soldados de MECH avanzaban con sigilo, sus pasos amortiguados por la vegetación densa y la oscuridad que los envolvía. Los árboles se alzaban como sombras silenciosas, testigos del peligro inminente que acechaba en la noche. La luna apenas asomaba entre las nubes, proyectando tenues rayos de luz sobre el terreno irregular.

Silas caminaba al frente del grupo, sus ojos fríos y calculadores observando cada rincón del bosque, listo para cualquier señal de la presa que estaban buscando. A su lado, Barricade avanzaba con la misma cautela, sus sensores barrían el área, buscando cualquier indicio de su objetivo.

La misión de esta noche, sin embargo, no era como las anteriores. Esta vez, Barricade y MECH no estaban cazando para destruir o capturar a un enemigo. Estaban buscando a Airachnid. Silas sabía que si podía reclutarla, su fuerza y conocimientos combinados con los recursos de MECH y la propia fuerza de Barricade podrían ser imparables.

De repente, un leve crujido resonó entre los árboles. Barricade levantó un puño, ordenando al equipo que se detuviera. Todos quedaron inmóviles, sus ojos y armas apuntando hacia la fuente del ruido. Barricade escaneó la zona con un gesto casi imperceptible, sabiendo que Airachnid estaba cerca.

Silas: (En voz baja) No disparen. Aún no. Recuerden, estamos aquí para negociar.

Barricade mantuvo su postura agresiva, pero asintió ligeramente. Sabía que convencer a alguien como Airachnid requeriría más que amenazas y fuerza bruta.

De entre las sombras, una figura se deslizó con una gracia y letalidad que solo una cazadora como Airachnid podía exhibir. Sus ojos brillaban con una luz maliciosa mientras se acercaba, moviéndose con cautela, pero sin mostrar miedo.

Airachnid: ¿Qué tenemos aquí? MECH y uno de los Decepticons más intrigantes... ¿a qué debo el placer?

Silas dio un paso adelante, sus ojos clavados en los de Airachnid, sin mostrar ningún signo de intimidación, pero Barricade le detuvo.

Barricade: Yo me encargo.

Silas retrocedió, quería ver cómo era una conversación Decepticon.

Airachnid: (Con un tono juguetón) Bueno, bueno, pero si es el gran Barricade, el gran cazador de espías del alto consejo de Cybertron, reducido a esto.

Barricade la miró con sus fríos ojos purpura, un destello de reconocimiento cruzando su expresión habitualmente severa.

Barricade: Sabes, Airachnid, nunca pensé que volveríamos a cruzarnos en un lugar como este. El destino tiene un sentido del humor retorcido, ¿no crees?

Airachnid giró una de sus patas delanteras hacia él, sus ópticos brillando con curiosidad.

Airachnid: (Sonriendo) Oh, ¿y a qué viene esta súbita reflexión, Barricade? ¿Te estás volviendo sentimental?

Barricade decidió que era el momento de abordar la propuesta de alianza. Sabía que Airachnid no era fácil de convencer, pero confiaba en su pasado compartido. Con una sonrisa astuta, decidió lanzar su propuesta de una manera que apelara a su vieja camarada.

Barricade: Este planeta puede ser un lugar aburrido sin alguien con quien compartir un buen destrozo. Y, hablando de eso, he estado pensando...

Airachnid: Oh, ¿de verdad? ¿Pensando? Eso es nuevo para ti, Barricade.

Barricade: (Riendo) Tienes razón, no es algo que haga a menudo, pero a veces surge una idea brillante. ¿Y si unimos fuerzas de nuevo, como en los viejos tiempos? Tú y yo, causando caos, sembrando miedo... Sabes que juntos éramos imparables en Cybertron. ¿Por qué no retomar eso aquí, con un pequeño extra?

Transformers Prime: Hasta que Todos Seamos UnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora