Ausencia

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Pregunta rápida: ¿Prefieren continuar la historia en este "libro"? ¿O prefieren que cree uno nuevo con portada distinta?


El brillo del portal se fue dejando al herido médico en el suelo. Solo los ecos de sus quejidos se escuchaban en la fría y oscura sala metálica.

Ratchet: (Cayendo de rodillas) No... Optimus...

El portal se cerró detrás de ellos, dejando a Ratchet solo en la silenciosa devastación. El eco del campo de batalla todavía resonaba en su mente, pero el vacío de haber perdido a Optimus Prime, el corazón de los Autobots, era lo que más dolía. Ratchet apretó sus puños, su cuerpo temblando por la impotencia y la ira contenida. Hizo un esfuerzo por levantarse y se acercó a los restos de quemaduras que dejó el portal para después arrodillarse.

Ratchet: (Con el ceño fruncido) Lo siento Elita. No pude hacer nada, se lo llevaron.

Sus manos temblorosas tocaron las marcas quemadas del portal, como si al hacerlo pudiera encontrar una respuesta, algún rastro que le permitiera revertir lo sucedido. Pero no había nada, solo las cicatrices del vacío. La fría sala metálica se sentía infinita en su soledad, y Ratchet dejó caer la cabeza, sus hombros hundidos bajo el peso de la derrota.

Ratchet: (Murmurando) Optimus... tú eras nuestra única esperanza. ¿Cómo... cómo voy a salvarte esta vez?

Se quedó arrodillado, con los puños apretados sobre las quemaduras en el suelo, mientras sus pensamientos se sumergían en un torbellino de culpa y desesperación. Los nombres de aquellos que ya no estaban pasaban por su mente como un desfile de fantasmas: Elita, Drift, Tailgate, Cliffjumper... Y ahora, Optimus.

Ratchet golpeó el suelo con todas sus fuerzas.

Ratchet: (Con un grito ahogado) ¡Maldito seas, Megatron! ¡Nunca dejarás de quitárnoslo todo!

El eco de su furia se disipó en la oscura sala, reemplazado por un silencio abrumador. Sabía que no tenía tiempo para lamentos. Si había aprendido algo en la guerra, era que la desesperación no salvaba vidas. Tomó una respiración profunda, aunque cada inhalación se sentía como mil agujas en su spark.

Ratchet: (En voz baja, decididamente) No voy a dejar que esto termine así. No esta vez.

Con esfuerzo, se levantó tambaleante, sus sistemas chirriando en protesta por el desgaste. No podía permitirse rendirse, no ahora. Si Megatron había tomado a Optimus, entonces tendrían que arrebatárselo de vuelta... a cualquier costo.

Ratchet: (Murmurando para sí) Elita... Cliff... Drift... No puedo cambiar el pasado. Pero puedo pelear por lo que aún queda.

Se dio media vuelta y avanzó hacia la salida, decidido. No importaba cuán lejos Megatron hubiese llevado a Optimus. No importaba cuántas veces la oscuridad intentara reclamarlo. Ratchet se aseguró de algo: lucharía hasta el último de sus ciclos por traerlo de vuelta.

Tras unos minutos de caminata llegó a la sala anterior donde los Autbots heridos por los terrorcons lo esperaban.

Cuando Ratchet cruzó la puerta hacia la siguiente sala, la escena que encontró era desgarradora. Allí estaban sus compañeros: Arcee, Bumblebee, Bulkhead, Sideswipe, Breakdown, Wheeljack, Jetfire y Jazz, cada uno con el cuerpo destrozado y al borde del colapso. El desgaste de dos días consecutivos de batalla sin descanso era evidente en sus estructuras metálicas, abolladas, carbonizadas y agrietadas. A pesar de las heridas, seguían aferrándose a la chispa que aún les quedaba, pero apenas se mantenían en pie.

Arcee estaba recostada contra la pared, con su brazo izquierdo completamente inutilizado; los cables y placas colgaban desordenados. Uno de sus pies chisporroteaba y su pintura azul estaba opacada por una mezcla de hollín y restos de Énergon seco. Aun así, la determinación en su mirada seguía intacta.

Transformers Prime: Hasta que Todos Seamos UnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora