YOU ARE YOUR OWN WORST ENEMY

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No pasamos ni un momento más juntos, siempre tenia que estar ella, Elena. 

Sabia que tenia que amarla como a una hermana, ya que se crio con mis padres. Pero para mí ellos no eran mi familia, menos la magia negra que corría por sus venas. Tuve varios moretones por intentar utilizar la magia negra como para saber en donde estaban ellos. Nunca fue la solución, y tampoco la será.

Hael, el hijo de Soren y la Elfa de la naturaleza, Astrid, era muy bueno en la herbología. Eso era algo muy bueno para mí, ya que siempre me caía con cada tacón nuevo que me probaba. Zyran siempre me preguntaba para qué los usaba. Siempre para él me veía bien. Eso lo hacía aún más lindo y me enamoraba de él.

Elena, por otro lado, no me transmitía paz, tal vez por escuchar las historias de su madre, Claudia, hermana de Soren. Quien mato a su novio para hacer un estúpido hechizo de magia negra que nunca le termino funcionando y sus cenizas se las llevo el viento. Tal vez de la muerte del elfo con el cual salía, dejo a la bebe que se formó con sus restos en esa bandeja en el bucle temporal. Tal vez y solo así nos trajo la perdición a todos nosotros.

Nunca fui de las chicas en hacerse amiga de niñas. Casi siempre me la pasaba leyendo, en clases o robando tartas de galea. Siempre el panadero tenia una nueva receta y las dejaba en el lugar en donde me las robaba junto a Zyran. Tal vez siempre las dejaba para no perder el juego que teníamos.  

Mi actividad favorita era hacer mi ritual de paz, nada de magia negra. Llamaba a Dixi del mundo espiritual para hacer nuestras sesiones de dejar nuestra mente en blanco y dejar entrar a ideas nuevas. Siempre lo hacía para ver que habia aprendido Dixi en el mundo espiritual. Ya que la estaban entrenando para que un día reine conmigo como mi animal espiritual real.

𝐓𝐈𝐌𝐄𝐋𝐈𝐍𝐄 | The dragon prince! NetflixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora