Ya son las 19:15, rezo magreb antes de irme ya que me tomará en el camino.
Espero poder hacer la entrevista antes de que mi jefe me mate.
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— Buenas noches, emm... estoy buscando al
— El Sr. Khalid la espera en la planta 8 puerta 304 — Me corta el recepcionista.
Murmuro un gracias y me dirijo a donde se me ha indicado.
No me parece una buena idea realizar una entrevista en un hotel, pero en estas circunstancias...
Toco la puerta en busca de un "adelante" o "pase" y así es como sucede.
Abro la puerta y me encuentro a Alice en frente.
— Buenas noches Alice. — Le saludo.
— Buenas noches. El sr. Khalid la está esperando. — Dicho esto, ella sale de la habitación mientras estoy con mi cara confusa.
— Cierra la puerta al salir. — Escucho una voz masculina y supongo que es la del sr. Khalid.
— ¿Por qué lo debería de hacer? Y por qué ella sale de la habitación? — Le pregunto. Siento que mi corazón me va a salir por la boca. De verdad, no estoy exagerando pero noto hasta mis pulsaciones.
— Azraa, no sé cómo explicártelo, pero vamos a por ello. — Añade el Sr. Khalid. — Enserio que piensas que yo, personalmente Adam Khalid, jugador famoso del baloncesto, te invitaría a un hotel de lujo como este para realizar una entrevista de mierda?! — Comenta él y al escuchar todas esas palabras sarcásticas, mi estómago empieza a revolverse.
— He venido a realizar esa entrevista de mierda para no causar problemas con mi jefe. ¿Piensas que a mi me importa realizarle una estúpida entrevista a una persona como tu? Perdón la palabra persona sobra. Me corrijo: Yo no malgastaría mi tiempo si supiera que tendría que hacerle una entrevista a un animal como tu.
—- Ya lo he entendido. Empieza a quitarte la ropa. Ese es tu lenguaje no? Acostarte por dinero? ¿Es lo que quieres? Dinero? Entonces quítate la ropa y empecemos.
Al escuchar esas estupideces de su boca, no puedo evitarlo y lo único que sé es que mi brazo se dirige a su mejilla directamente.
El se lleva su mano a su mejilla y la empieza a acariciarla del dolor.
— La próxima vez, cuida tu manera de hablar hacia mi o la palma de mi mano se pegara en tu estúpida cara. — Recojo mi equipo de grabación y abro la puerta pero alguien me coge del brazo.
— Sueltame! Me haces daño. — Pero él no reacciona y el siguiente movimiento que hace es jalarme y tirarme en la cama de esa habitación. — ¡Me das asco! ¡Suéltame de una vez!
— Aunque grites, nadie te va a escuchar. Ahora puedo hacer lo que quiera contigo y dejaras a mi hermano en paz.
— ¿Qué hermano? ¿De qué me estás hablando? — De verdad, ya Rabb con que tipo de gente me he cruzado?
— ¡A qué hermano me refiero?! Me refiero a Abdel Khalid. El del restaurante. — Hace una pausa. — Ya veo que tu memoria de pez ya empieza a funcionar como la de un humano. Así es. Te vi coqueteando con él ayer en el restaurante.
Ahora caigo!
— No estaba coqueteando con él, solo era un mal entendido. — Dicho esto, le doy una patada por abajo. Mientras él se queja por el dolor, aprovecho el momento para escapar.
— Si, y después tenéis un hijo por accidente.
— Cuida tus modales gilipollas. Solo nos peleábamos por quién llegó primero. — Le adevierto. — Idiota— murmuro.
Ahora sí, cojo mis cosas y me voy de ese lugar.
Cuando siento que estoy a salvo fuera del hotel, las lágrimas no tardan en rodar en mis mejillas.
— Que asco, que asco, que asco. Me ha tocado un sinvergüenza. — Me repito a mi misma sollozando mientras me friego las manos. — No pienso dejar esto así. Me voy a vengar y la prensa se va a enterar de esto.
Cojo mi teléfono, llamo la empresa en la que trabajo por un número privado. Pero me reconocerían la voz. Así que opto por otras alternativas.
— Hola, buenas noches. Tengo información muy importante sobre una celebridad.
— De quién se trata? — pregunta la mujer desde la otra banda de la línea.
— Adam Khalid. Escúcheme, no quiero nada a cambio de la información, solo quiero darle su merecido. Empieza a apuntar todo lo que le digo y así debe de salir en la prensa.
— La escucho...
"No pienso tolerar esto, Adam Khalid, llego tu fin"

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Mi alma en el mar
RomanceQuién dice que todas las personas que llegan a tu vida son buenas personas? Quién te dice que esa es su verdadera cara? Quién te dice que pueden cambiar en cuanto te tienen en sus manos? Quién te dice que tu propia sangre te puede llegar a apuñalar...