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"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

- Juan 3.16

Tn miró a Jennie, profundamente fascinada por su concentración. Había algo absolutamente sensual en la forma en que los ojos de Jennie iban del lienzo a Tn y viceversa, su muñeca se movía con movimientos bruscos, el pincel en sus manos recorría la superficie, inmortalizando cada parte de Tn. Aunque estaba trabajando de manera experta y practicada, cada pincelada era como una caricia contra el lienzo, sus ojos suaves y amorosos cada vez que se encontraban con los de Tn.

Tn respiró profundamente, parpadeando y tratando de controlarse. Se suponía que debía posar y quedarse quieta, no mirar a su novia como si fuera un trozo de carne. Pero Jennie no se lo estaba poniendo fácil.

La tienda de abajo cocinaba pasteles de arroz al vapor todo el día, lo que significaba que, incluso si era febrero y hacía mucho frío afuera, el apartamento de Jennie era sofocante. Tn asumió que era bueno para la factura de calefacción de Jennie, pero la distraía mucho cuando terminaba porque era imposible usar demasiada ropa.

Por ejemplo, en ese momento Jennie vestía un par de pantalones deportivos manchados de pintura y una camiseta suelta sin mangas, con los brazos al descubierto y los músculos flexionándose suavemente con cada movimiento.

-Si sigues mirándome así, no podré mostrarle esta imagen a nadie -dijo Jennie con una pequeña sonrisa mientras sus ojos se encontraban brevemente con los de Tn antes de regresar al lienzo.

-Hmm, ¿qué quieres decir? -bromeó Tn, tratando de no inquietarse demasiado mientras Jennie terminaba el último de los detalles.

Jennie había dibujado el contorno un par de días antes e hizo la mayor parte de la pintura basándose en una foto que había tomado de Tn, pero para hacerle justicia, Jennie quería hacer los detalles finos con Tn frente a ella. No le había costado mucho convencer a Tn de que posara para su novia con el atuendo elegido: una camisa suelta que apenas le colgaba de la figura junto con un par de jeans tan desgastados que dependía de unos pocos cordones seleccionados para mantener unida la tela.

En sus manos había un libro al azar que Jennie le había dicho que sostuviera de manera despreocupada, algo que Tn aún no había descubierto cómo hacer correctamente, pero como Jennie no la había corregido en ningún momento, asumió que la artista estaba satisfecha.

-Siempre te miro así -dijo Tn con una ceja levantada hacia su novia.

-Y es por eso que tengo que adelantarme a mis proyectos porque de lo contrario nunca haría nada -dijo Tn con una sonrisa burlona, ​​lo que hizo que Tn se burlara de ella- Ahora siéntate quieta, estoy tratando de terminar tus ojos -agregó y Tn le permitió volver a su trabajo, en lugar de acomodarse para simplemente mirar a Jennie trabajar mientras una música suave se escuchaba desde un altavoz en la esquina.

Jennie parecía un ángel con el intenso y raro sol de febrero cayendo sobre ella como una capa desde la ventana, su cabello brillando como un halo.

Tn quería incluirla en cada libro que escribiera, inmortalizar a Jennie hasta el punto de que nunca sería borrada del mundo incluso cuando estuvieran muertas y desaparecidas, sus huesos no fueran más que polvo. Podía sentirlo, una miríada de mundos e innumerables personajes, todos con fragmentos de la mujer que amaba.

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