¿Qué te pasa o como estas?

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Narra la Creadora

Alastor seguía encantado con su bebé, hasta que dio un leve suspiro con una sonrisa llena de ternura y cuando el pequeño lo miró, le respondió la sonrisa con una risilla.

El ciervo también dio una risilla y miró las escaleras que daban hacia el piso de arriba donde estaba su esposo, le ordenó a la pequeña Niffty preparar algo de té y galletas para Angel, lo invitados y para él un café sin azúcar. Mientras el subía las escaleras con la criatura en brazos, le daba pequeñas caricias en la carita a el pequeño y también tarareaba canciones de cuna.

Al llegar a la habitación, abrió la puerta con delicadeza y en la cama estaba Angel, se veía algo ojeroso y dormido, con la respiración tranquila. Alastor se acercó a paso lento y silencioso mientras el niño daba leves chillidos. El mayor se sentó suavemente en la cama, en un brazo sostenía al bebé y con el otro acariciaba las suaves mejillas de su esposo que descansaba plácidamente, pero despertó por aquellos halagos a su piel y posó su propia mano sobre la de su marido.

Alastor: Como te sientes, Mon Amour?

Angel: Algo cansado, pero estoy bien, Amore mio y el bebé?-Dijo sentándose en la cama. Alastor apartó suavemente su mano para poder cargar a la criaturita la cual miraba a Angel con una pequeña sonrisa cuando estuvo en sus brazos. Era casi una pequeña copia de Alastor.

Alastor: Es tan precioso como tu.

Angel miró con cara de confusión a la cría y luego miró a la Alastor. 

Angel: Me esforcé nueve meses en hacerte y tuve que hacer el mayor sacrificio de mi vida, para que salgas igualito a tu padre.-Le dijo la araña al bebé el cual reía.

Alastor: No lo regañes, Mon Ange, aun tenemos oportunidad de hacer una mini versión tuya.

Angel: Bien, pero por ahora cuidaré a mi pequeño bambi-Dijo en tono burlón.

Alastor: Tal parece que ahora estas agarrando los estupidos apodos de Lucifer.

Angel: Jajaja, no te molestes, Amore mio.

Alastor: Creo que empiezas a pasar mucho tiempo con ese estúpido enano, más que con tu propio marido.

Angel: Estas celoso de Lucifer solo por que el me cuida un poco en mi embarazo?

Alastor: No, es solo un instinto de supervivencia.

Angel: Si como no.

En ese momento entró la pequeña Niffty con una bandeja con una taza de té y otra de café acompañado de un pequeño plato lleno de galletas con chispas de chocolate.

Detrás venían los invitados, los cuales miraban a Angel con felicidad, ternura y preocupación.

Lucifer materializó tres patitos que puso en la mesita de noche del arácnido, eran dos patitos medianos, un con la apariencia de Alastor y otro con la de Angel, y por último un patito chiquitito con la apariencia de la cría de ambos demonios. 

Lucifer: Espero que les guste mi regalo, cariño-Le dijo a Angel con un pequeño guiño.

Angel solo asintió y dio una pequeña risilla por la sonrisa forzada y la expresión de desagrado de su marido.

Angel: Es muy amable de su parte darme un regalo tan hermoso, su majestad

Lucifer: Es un placer, cariño. Y espero que mi hermosa Charlie tambien me de un niño tan hermoso como es tuyo.

En ese momento la rubia se congeló y su cara se puso como un tomate mientras su novia daba un risa nerviosa.

Lucifer: Jajaja, manzanita. Siempre tan adorable, mi niña.

Charlie: Papá no creo que eso sea tema de conversación en este momento.

Alastor: Bueno, supongo que se quedarán aquí en la mansión, no? Ya es bastante tarde.

Charlie: Espero no seamos de mucha molestia, Al.

Alastor: Oh, pero claro que no, querida. La pequeña Niffty les indicará las habitaciones. 

Vaggie: Por primera vez pienso que no eres un cabron, hijo de perra.

Alastor: Asegurate de que Charlie y sus dos mascotas, tengan buenas habitaciones, querida-Dijo el ciervo con con elegancia mencionando a Lucifer y a Vaggie.

Vaggie: Retiro lo dicho.

Charlie: Gracias Al, espero que tengan una buena noche.

Alastor: Igualmente querida.

Con eso los invitados salieron para irse  dormir, dejando nuevamente a la pareja sola con el crio.

Angel: Me duele la cabeza y el cuerpo.

Alastor: Iré a prepararte un baño de burbujas, Mon Ange. Para que te relajes y puedas dormir mejor.

Angel: Gracias, Amore mio, Ti adoro.

El ciervo sonrió, besó la frente de su hijo y la de su esposo y se fue a preparar el baño. El arácnido dio un suspiro complacido y se puso a admirar el pequeño y tierno rostro de su hijo.

Era una escena tan perfecta...

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Creadora

Perdon por dejarlos casi una semana sin cap, la universidad me esta comiendo viva :). Espero que les haya gustado el capitulo, gracias por ver, no se olviden de comentar y votar. Bayyyy






Sacrificios-RADIODUSTWhere stories live. Discover now