Casados

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Narra la Creadora

El demonio de la radio se encontraba en la sala de reuniones de Overlords con su esposa Mimzy, hoy se hablaría de las problemáticas de sobre población del infierno y como manejarlo. Casi todos estaban completos hasta que llego uno de los Overlords faltantes, Valentino.

Este llevaba un hermoso traje color Índigo, y detrás de el venia su esposo, una de las estrellas de modelaje mas reconocido, Angel Dust. La polilla aparto la silla para su pareja araña, ambos se sentaron enfrente de la pareja anteriormente mencionada. La reunión empezó y cada quien estaba prestando atención y argumentando para sacar alguna solución.

A excepción de cierto ciervo que siempre se quedaba mirando de reojo a la hermosa araña que le dedicaba una que otra sonrisa. El ciervo no solo había quedado hipnotizado por su bello rostro, si no también por su bella figura, unas piernas largas y delgadas, cintura pequeña y algo muy parecido a los pechos de una mujer pero eran mas como una pelusa.

Todos estos atributos eran aun mas llamativos por su vestidos color orquídea, pegado al cuerpo y una abertura en la pierna derecha, tacones color malva y guantes de maya.

Cuando la junta termino todos salieron de la sala pero en la salida de aquel edificio, dos demonios decidieron escaparse de sus parejas, siendo mas específicos. Angel y Alastor. Ambos se separaron de sus parejas en secreto para ir a charlar en otro lado.

Alastor: Al parecer no nos vieron, y dime mi afeminado colega, cual es su nombre?-Le dijo a la araña la cual volteo a verlo.

Angel: Soy Angel Dust y usted?-Dijo con una leve reverencia.

Alastor: Alastor, un placer conocerte, querido.

Angel: Lo mismo digo y le gustaria acompañarme a beber algo, ya sabe, para conocerlo mejor.-Le dijo el arácnido a el contrario.

Alastor: Seria un gusto, querido.

Con eso ambos se fueron del lugar, se dirigieron a una cafetería cercana del lugar. Hablaron y rieron en señal de confianza. Los dos tomaron algo de café, charlaron de su vida cotidiana, de sus ocupaciones en ese podrido y repugnante lugar que se hacia llamar el infierno, olvidándose de sus parejas. Valentino llamaba múltiples veces a Angel pero este simplemente tenia el teléfono en silencio y Mimzy se fue bastante enojada a la mansión del ciervo donde se la pasaba mayormente sola, el ciervo se la pasaba casi siempre en el hotel que había fundado la princesa del infierno. Aunque tampoco le importaba mucho pues ella solo estaba por conveniencia.

Pero como nada es eterno llego la hora de despedirse para la pareja de ahora "amigos", Alastor se despidió de su afeminado amigo para despues teletransportarse hacia su mansión y Angel se fue caminando hasta llegar al gran edificio del que era dueño su pareja.

Entro bastante despreocupado, todos lo saludaban con cada paso que daba, el era amigo que casi todo el mundo en ese lugar, menos de Vox, uno de los muchos pretendientes de Valentino, el sabia que Vox estaba locamente enamorado de Valentino pero como la polilla estaba casado con la araña no podía hacer mucho. 

Angel llego a la habitación de Valentino la cual estaba llena de un humo espeso y rosado, dio algunos pasos mientras tosía por el aire notablemente contaminado por los cigarrillos de la polilla el cual al ver a su araña se tranquilizo un poco pero no lo suficiente.

Valentino: Oh, pastelito, donde estabas metido?!-Dijo la polilla tratando de ocultar su enojo.

Angel: Lo siento Val, me encontré con algunos fans en la salida y pues también fui a tomar algo antes de venir.-Dijo la araña algo nervioso por la reacción de su pareja.

Valentino: Avísame para la próxima, me tenias muy preocupado.-Dijo levantándose de su gran sofá para quedar frente a la araña. 

Angel: Claro Val, no te preocupes.-Dijo mientras se dejaba abrazar por su pareja.

En la mansión de Alastor.

El ciervo llego y varias sirvientas lo recibieron con algo de café y algunas noticias de la princesa, sus dominios en la villa caníbal, eventos que se aproximaban y la actitud de Mimzy.

El se sentó en su sofá personal frente a la chimenea que estaba en su oficina, este tomaba su té muy tranquilamente pensado en aquel arácnido. Pero como lo bueno dura poco.

Mimzy: Se puede saber donde estabas?-Dijo la rubia entrando de golpe.

Alastor tomo un sorbo de su café y no respondió.

Alastor: No es de tu incumbencia, querida-Dijo con algo de fastidio.

Mimzy: Soy tu esposa, así que si es de mi incumbencia.-Dijo la rubia cruzada de brazos.

Alastor: Que seas mi esposa no significa que tienes que saber cada uno de mis movimientos.-Dijo el mientras tomaba algunos papeles que tenia en la pequeña mesita a su lado para revisarlos.

Mimzy: Ahg, que te cuesta hablar, maldita sea.-Dijo ella fastidiada por la actitud de su marido.

Alastor: Cuida tu vocabulario, querida. Eso no es propio de alguien tan refinada como tu.-Dijo en tono de burla.

Mimzy: Ahg!!!-Grito la rubia antes de salir de la oficina.

Alastor solo se quedo sentado mirando los papeles pero concentrado en aquel demonio tan afeminado.

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Creadora

Espero que le haya gustado el capitulo, Gracias por ver. No se olviden de comentar y votar. Bayyyy


Sacrificios-RADIODUSTWhere stories live. Discover now