Sacrificios-RADIODUST

Lilith

Narra la Creadora

Alastor terminó de organizar el baño para Angel, llamó a su pareja y quedó para cambiar al bebé y darle de comer mientras su esposo se bañaba. Angel estaba muy cómodo en la tina y también usó ese momento para reflexionar sobre todo, sobre su vida humana, sobre su no-vida.

Su vida humana sólo había sido una página llena de errores que ya no valía la pena corregir despues de muerto, pero ahora estaba enmendando la mayoría de errores que había cometido en el infierno y actualmente tenía lo que tanto había soñado de niño, una hermosa familia, una boda preciosa y al hombre de sus sueños. Ese ser que le había hecho saber el verdadero significado de la felicidad, algo que tal vez nunca tuvo, a excepción de cuando estaba con su madre, tal vez su madre y Alastor eran las únicas personas que le daban ese amor incondicional que nunca pensaba haber tenido por parte de alguien.

Pero en el fondo de su mente seguía teniendo la inquietud sobre el comportamiento que había tenido Alastor últimamente, quería saber qué era lo que tanto le incomodaba para intentar arreglar algún error, pues para el punto de vista de Angel, él era la razón por la que Alastor había cambiado esa actitud carismática y extrovertida por una más apagada y solitaria.

Mientras que en la habitación Alastor arrullaba a su bebé, cantaba canciones de cuna suavemente, las que le cantaba su madre cuando su padre les pegaba a ambos y los encerraba en el ático por horas eternas, la mujer lo tomaba entre sus brazos y daba pequeños besos en la frente del pequeño y cantaba canciones de cuna con su dulce voz.

El simplemente prefería quitar su voz radiofónica para arrullar a su cría, pues según él sería bastante molesto hacerlo con esa voz de emisor, caminaba por toda la habitación con el pequeño en brazos que lo miraba con una pequeña sonrisa y con sus grandes ojos que parecían rubíes.

Asil solo miraba a Alastor, pues solo captaba su atención en cómo su padre le cantaba con mucho esmero pero con una voz baja, el pequeño parecía tener tanta curiosidad en la melodía que no tenía rasgos de querer caer en los brazos del mundo de los sueños.

A los pocos minutos salió Angel del baño, tenía un short y un blusa de tirantes, medias hasta unos centímetros abajo de los muslos, recostado en el marco de la puerta del baño mirando a su hijo y a su marido con ternura.

Alastor: No parece tener ni una pizca de sueño...

Angel: Con esa bella voz, Amore mío, yo tampoco me dormiría sin admirar tal talento.

Alastor: Asil, hijo, será mejor que te duermas. Mañana tendremos un largo dia.

El bebé simplemente lo miró y luego miró a Angel para luego volver a mirar al ciervo. Este se sentó y la cama, luego su esposo imitó la acción, la cría los miraba a ambos con una pequeña sonrisa. El pequeño estiró sus pequeños bracitos y empezó a balbucear. Ambos padres rieron y eso hizo que el niño sonriera más.

Después de unos minutos, la familia se acostó en la cama y por petición de Angel, se acostaron todos en la cama, pues le daba tristeza dejar al bebé solito en la fría cuna. Los tres durmieron plácidamente sin ninguna preocupación hasta ahora.

A la mañana siguiente, el primero en despertar fue la criatura, miró a sus padres dormidos y soltó una risilla, lo que despertó a ciervo. Este abrió sus ojos poco a poco, pestañeo un par de veces y conectó miradas con su cria.

Alastor: Y tu que haces despierto a esta hora?-Susurró el ciervo.

El bebé solo balbuceó y río de nuevo. A los pocos minutos llegó Niffty, no parecía tan infantil y contenta por no decir loca, de lo normal, se veía...seria? 

Alastor: Que pasa pequeña?

Niffty: La señora Lilith a llegado, Alastor.

El ciervo se congeló por unos segundos, trago saliva y se levantó, con magia cambió su ropa y bajó.

Lilith: Oh, querido, buenos días.

Alastor: Buenos días, majestad.

Lilith: Me he enterado que ya ha nacido tu criaturita, felicidades.

Alastor: Gracias, majestad.

Lilith: Solo venia por mi marido, mi hija y mi nuera, espero no te moleste.

Alastor: Ellos están en el último piso a la derecha.

Lilith: Gracias querido-Dijo la mujer pasando al lado del ciervo, pero esta se detuvo por un momento antes de seguir su camino-Cuida bien a tu amorcito y a tu chiquillo, no vaya a ser que se pierdan o...se doble mueran...-Susurró para despues seguir con su camino mientras daba una leve risa burlona.

Alastor solo pudo quedar frío y apretar lo puños por la impotencia, había condenado a dos almas inocentes a algo que solo era culpa de su avaricia y orgullo...

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Creadora

Buenaaas, nuevo cap y mas problemas, por cierto. Al final de la historia pensaba hacer una lista de curiosidades, para que sepan las ideas principales de la historia, algunos cambios que se hicieron con el transcurso de la historia y bla, bla, bla. Espero que les haya gustado el capitulo, gracias por ver, no se olviden de comentar y votar. Bayyy