El camino a casa fue completamente una bomba de análisis en mi cabeza. La noche de hoy fue la más intensa de mi vida y aún no puedo quitarme de la cabeza los ojos del marica de Exton. Fue como una explosión de emociones drásticas por todo mi cuerpo por esos malditos ojos. No entendí ni pedo allí en el estacionamiento. ¿Por qué le importa tanto mi relación con Roy? ¡Acabo de verlo por primera vez en mi existencia y me sale así! Con una confianza del demonio para acercarse tanto y llamarme por mi nombre como si conociera cada etapa de mi vida entera m, cuando no es así. A todos aquellos estilizados jamás los había visto y también fue la primera vez que los ví en el restaurante. No comprendo por qué me sale así de la nada.
Porque Roy tampoco se mostró sospechoso, de otra manera todo hubiera tenido sentido y el bendito berrinche de Exton hubiera sido justificado. ¡Pero no! ¿A qué se debe todo esto? Las preguntas van a terminar con mi cabeza y pronto entraré en estrés postraumático, así que debo tranquilizarme.Aún y así, no puedo quitármelo de la cabeza. La forma en que se acercó mirándome profundamente más de lo que alguna persona me llegó a mirar. No, ya estoy exagerando... Es simplemente el color de sus ojos. Sus ojos casi me picaban en trizas. Siento cómo un terrible calentón desde el estómago comienza subirme hasta la garganta. No sé controlarme y vamos, no conozco a éste tipo para que mi cuerpo venga a reaccionar de ésta manera: traicionándome. Tal vez esa sea la respuesta: mi cuerpo reacciona así por miedo. No sé cuáles son sus intenciones -además de matarme- y me intimida, aunque me niegue a aceptarlo.
En fin, llego a la calzada de mi casa y apago el auto; todavía lo tengo en la mente. Cuando Exton decidió irse sabía que algo lo obligaba a hacerlo porque antes eso no parecía estar en sus planes hasta que yo contestara o me matara. Fue como si alguien lo hubiera llamado y por eso tuvo que irse, sin embargo, nadie lo llamó al celular o algo por el estilo. Cuando escuchamos a aquellos animales del bosque aullar, él respondió de tal forma que se fue. ¿Tendrá lobos de mascotas y cuando comenzaron a chillar supo que eran los suyos?
Me rio de lo ridículo que suena mi hipótesis pero no sé qué más pensar. Fue como si esos animales al chillar lo hubieran llamado y ahí decidió irse. Porque recuerdo muy bien el momento en que Exton arrastra sus ojos hacia arriba para mirar el cielo y luego vuelve a mirarme, como si hubiese sabido en qué dirección se escuchaban los aullidos. Fue totalmente insignificante pero yo le busco hasta las azucenas al gato y por eso digo que tuvo que irse.
Hecha líos todavía en mi cabeza, me sacudo un poco para olvidarme y salgo del auto. Hace frío, así que me apresuro en entrar a la casa. Octubre es uno de los meses que más odio por el clima y por el título que plantean las personas sobre él.
— ¡Mamá! — anuncio mi llegada colgando mi chaqueta y sacándome los zapatos en la entrada.
— ¡En la cocina!
Metí las manos en mi sudadera encaminándome a la cocina.
— Hola, cielo — me saluda —. ¿Cómo te fue hoy? Debes estar agotada, como siempre.
— Así es. — suspiro — Hoy fue un día intenso.
— ¿Y eso por qué? ¿Sucedió algo en el restaurante? — mamá frunció sus cejas mientras terminaba de limpiar las encimeras.
No me siento segura de contarle todo lo qué pasó. No es que no confíe en ella pero tampoco es que quiera alterarla. Ambas tenemos esa misma reacción de entrada.
— Pues... — vacilé — no exactamente. Pasaron unos chicos hoy, y todos eran rubios. — mamá enarcó ambas de sus cejas — Uno coqueteó conmigo y otro fue de lo más malcriado. No vienen al caso; pero en fin, si Roy llama mañana me das los detalles sobre lo que te diga. — dije tamborileando con las palmas de mis manos en la encimera.
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Afternoon » njh
FanfictionTenía dos piernas y cuatro patas. ♢ frimixn, 2015 - 2016 ♢ niall fanfic puesto con otro nombre » No se permiten adaptaciones «