No divagué ni por accidente. Ya habían pasado demasiadas cosas hoy como para ponerme a recordarlas una por una. Pensé que jamás regresaría a casa; que jamás volvería a tocar mi cama. Así que, sin más preámbulos emprendí mi carrera hasta mi habitación.
♢
— ¿Dylan? — Roy se detuvo de golpe al abrir la puerta de mi habitación. Frunció su ceño — ¡¿Aún no estás...?!
Gruñí y balbuceé debajo de las sábanas. Mis párpados a penas podían abrirse por si solos. Estaba muy cansada. Jamás me había irritado tanto que me levantaran después de una noche tan larga -aunque de por sí no sea una persona mañanera y me irrite todo el tiempo-.
— ¿Por qué estás durmiendo? — preguntó aplastándome la cadera cuando se sentó — ¿No le dije a tu mamá que estuvieras lista para cuando viniera?
— ¡Roooooy! — Volví a gruñir manoteando con los brazos bajo las sábanas. Escuché una risa estrellada. — Cierra la boca... ¡Quiero dormir!
— ¿A qué hora llegaste anoche?
Mi voz se volvió chillona como un pájaro. — Yo no sé contar horas, yo no sé contar... — Pero Roy me arrancó las sábanas descubriéndome y gruñí arrugando mi cara. — ¡Roy!
— ¿Y Jade? ¿La pasaron bien?
— ¡Ciérrame las cortinas, ciérramelo todo que voy a dormir!
Pero Roy hace todo lo contrario. Se llevó las sábanas con fuerza cuando se levantó de la cama; arrastrándome a mí. Me revolví y pataleé en la cama hasta que conseguí sentarme llevándome todo el pelo a la cara. Roy abrió las cortinas y prosiguió a abrir las ventanas. Agarró algunos trapos que había tirado por todo el piso cuando llegué en la madrugada y los tiró en el cesto de la ropa sucia. Abrió mi armario y lo escaneo con la mirada pero se giró cuando no encontró nada.
— ¡Roy! — grité con furia.
Revisó mis estantes y también mis cajones pero volvió a alejarse. Se acuclilló para mirar bajo la cama y alargó el brazo para sacar un neceser.
— ¿¡Tampoco hiciste tu equipaje?! — exclamó — ¿Qué hiciste en tu tiempo libre?
Puse los ojos en blanco mientras me tallaba la cara. De momento me espabilé como si me hubiera metido en la cara y lo miré con los ojos bien abiertos.
— ¿Qué hora es?
— Cuéntalas. — dijo girándose hacia mis cajones otra vez.
— ¡Roy!
Roy volvió a ignorarme mientras rebuscaba entre mis cosas como si fuera el jodido dueño. Agarró algunas cosas y cuando terminó se giró en mi dirección. Me agarró de la piernas y las caderas y me tumbó en su hombro. ¡Carajo! ¿Por qué a todos les parece fácil cargarme en su hombro como si fuera un jodido trapo? A Roy no podía patalearle la espalda como se lo hice a Luke. A lo más que podía limitarme era a maldecirlo. Roy me depositó dentro del baño y me tiró lo que había agarrado en la cara.
— Tienes menos de una hora. Estamos retrasados. — avisó y cerró la puerta; volvió a abrirla — ¿Qué es esa peste?
— ¿A qué? — respondí de mala gana. Roy me miró de arriba a bajo.
— Tú hueles a hombre. — dijo con la cara arrugada.
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Afternoon » njh
FanfictionTenía dos piernas y cuatro patas. ♢ frimixn, 2015 - 2016 ♢ niall fanfic puesto con otro nombre » No se permiten adaptaciones «