"Uno podría acostumbrarse a vivir así"
Peri despertó al suave resplandor de la luz matutina que se colaba por las cortinas de la habitación, iluminando su entorno con un tono cálido y acogedor. Se estiró sobre la cama de agua, sintiendo la suavidad de las sábanas de seda que envolvían su cuerpo como un abrazo reconfortante. Había dormido profundamente, más de lo que había hecho en mucho tiempo, y se sentía notablemente descansado.
Mientras se desperezaba, un delicioso aroma llegó a su nariz. Era un olor familiar y tentador que lo atrajo como un imán. Pancakes.
-Eso es... ¡Pancakes!- Exclamó con entusiasmo infantil-
Sin perder un momento, se levantó de la cama, se puso sus zapatillas y salió de la habitación, siguiendo el delicioso aroma que lo guiaba como si fuera una cuerda invisible. Bajó las escaleras rápidamente, su corazón latiendo con la expectativa de un desayuno casero. Se sintió como un niño pequeño, ansioso por descubrir qué delicias le esperaban en la cocina.
Cuando llegó a la cocina, se detuvo en el umbral, y una sonrisa de satisfacción se extendió por su rostro. Allí estaba Adore, de pie junto a la estufa, con una espátula en la mano, cocinando pancakes con una habilidad que parecía casi mágica. Llevaba un delantal con dibujos florales sobre su pijama, y su cabello estaba recogido en una coleta, dando un aspecto informal pero encantador.
-¡Buenos días!- Saludó Peri, entrando en la cocina con una energía renovada-
Adore se giró al oírlo, y una sonrisa iluminó su rostro al ver a Peri tan animado. Sus ojos brillaban con una calidez que hizo que Peri se sintiera bienvenido y querido.
-¡Buenos días, princeso durmiente!- Respondió Adore con una sonrisa que podía derretir el hielo- Pensé que te gustaría algo dulce para empezar el día. Espero que tengas hambre-
-¡Oh, claro que sí!- Dijo Peri, sentándose en uno de los taburetes altos junto a la isla de la cocina- El olor me despertó y me hizo correr hasta aquí-
Adore se rio suavemente mientras vertía más masa en la sartén, produciendo un chisporroteo delicioso que llenó la cocina. La atmósfera era acogedora y tranquila, como un refugio seguro del mundo exterior.
Pronto, Adore terminó de preparar los pancakes, colocándolos en un plato junto con una generosa cantidad de mantequilla y jarabe de arce. También había preparado un poco de fruta fresca y café, el cual sirvió en dos tazas grandes. Colocó todo sobre la mesa y se unió a Peri.
-Aquí tienes, espero que estén a tu gusto- Dijo, mientras se acomodaba en la silla frente a él-
Peri tomó el tenedor y cortó un pedazo del pancake, llevándolo a su boca con entusiasmo. El sabor era absolutamente celestial, suave y esponjoso, con el toque perfecto de dulzura.
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No me hablen de "Amor" {Peri/Poof y tú}
Fanfiction-¡Es su culpa ella no quiere seguir con el legado familiar!- -¡Bah! Ya no creo en el amor-