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"Oh dios mío"
La escuela primaria de Dimmsdale parecía tranquila desde afuera, con el sonido alegre de niños jugando en el recreo y la brisa fresca que acariciaba las hojas de los árboles cercanos. Sin embargo, en uno de los pasillos poco concurridos, Adore y Verosika avanzaban con cautela, asegurándose de que nadie las viera.
Adore miró a su alrededor y le susurró a Verosika:
-Tenemos que ser discretas. No queremos que nos vean así, o podríamos tener problemas-
-¡Hola!-
Ambas se giraron rápidamente, asustadas, solo para ver a una niña pequeña mirándolas con curiosidad. Era Heysel, una niña de cabellos oscuros y grandes ojos curiosos.
-¡Adore!- Exclamó Heysel, sonriendo como si nada- ¡Hala! ¡Eres impresionante en tu forma de hada!-
Adore sonrió aliviada y con cariño saludó a la niña.
-¡Heysel! ¿Cómo estás, pequeña?- Le dijo con un tono maternal que hizo sonreír aún más a la niña- ¿Cómo va tu día?-
Heysel suspiró y respondió con un tono de desánimo.
-No muy bien. Volví a discutir con Dev, y mi día ha sido de perros con una mala suerte increíble-
Verosika, que estaba a un lado observando la interacción, soltó un resoplido que atrajo la atención de Heysel.
-¿Y quién eres tú? - Preguntó Heysel con curiosidad, observando a Verosika-
-Soy Verosika, el anti-padrino de Adore - Dijo Verosika con un toque de dramatismo, sonriendo de manera juguetona-
Instantáneamente, Cosmo y Wanda, los padrinos mágicos de Heysel, aparecieron a su lado, adoptando posturas defensivas.
-¿Un anti-padrino?- Exclamó Cosmo, con ojos entrecerrados y listo para defender a Heysel-
-¡No nos engañas, anti-padrino! - Añadió Wanda, con las manos en las caderas, mirando a Verosika con desconfianza- ¡No le harás nada a Heysel!-
Verosika levantó las manos en señal de paz, sorprendida por la reacción de los padrinos.
-¡Tranquilos, tranquilos!- Intervino Adore, poniéndose entre Verosika y los padrinos- No hay peligro. Verosika y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Compartimos cuarto en la universidad-
Cosmo y Wanda intercambiaron miradas antes de relajarse un poco, aunque aún vigilantes.
Adore se volvió hacia Verosika, recordando el momento en que resopló.
