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"Los amo a los dos"
Desde que Dev comenzó a llamar "mamá" a Adore, su apego hacia ella se volvió cada vez más evidente. Adore, con su paciencia infinita y su amor incondicional, le proporcionaba el tipo de atención y cariño que Dev nunca había experimentado antes. No era raro ver cómo Dev la seguía por toda la casa, siempre buscando estar cerca de ella.
Adore, que estaba en las últimas etapas de su embarazo, solía cansarse más rápido, especialmente después de un largo día en la boutique. A menudo, después de cenar y relajarse un poco en el sofá, terminaba quedándose dormida, con una mano descansando sobre su vientre redondeado. Dev, siempre atento a su madre, solía acurrucarse a su lado. Sin decir una palabra, se deslizaba junto a ella, acomodando su cabeza en el regazo de Adore o acurrucándose bajo su brazo, como si el simple acto de estar cerca de ella le proporcionara una paz que nunca antes había conocido.
Peri, por su parte, observaba estas escenas con una mezcla de ternura y asombro. Aunque Dev seguía llamándolo por su nombre, Peri no se sentía menos importante. Sabía que el vínculo entre Dev y Adore era especial, algo que Dev había necesitado desesperadamente toda su vida. Ver cómo Dev comenzaba a abrirse, a relajarse y a encontrar consuelo en los brazos de Adore, llenaba a Peri de una profunda satisfacción.
Había momentos en los que Dev aún mostraba esas actitudes de niño mimado, especialmente cuando no conseguía lo que quería de inmediato. Pero la diferencia era notable. Ahora, en lugar de estallar en rabietas o exigir cosas con altanería, Dev estaba aprendiendo a ser más educado y considerado. Adore, con su firme pero cariñosa guía, le enseñaba a manejar sus emociones y a comunicarse mejor. Le hablaba con suavidad, explicándole por qué ciertos comportamientos no eran aceptables, pero siempre de una manera que Dev pudiera entender y aceptar.
La casa se llenaba de pequeñas muestras de cariño. Adore le preparaba las galletas favoritas de Dev, asegurándose de que siempre hubiera algo especial para él. Dev, a su vez, comenzaba a desarrollar pequeñas rutinas que demostraban cuánto la apreciaba. A menudo, cuando Adore se levantaba para ir a la cocina o a la boutique, Dev corría a buscarle una almohada o una manta, preocupado por su comodidad. Y cuando ella se quedaba dormida en el sofá, él hacía lo mismo, sin importarle que no fuera su propia cama.
Peri solía encontrarlos así, envueltos en una manta, con Dev profundamente dormido al lado de Adore, su pequeña mano descansando sobre la barriga de ella, como si estuviera protegiendo a su futuro hermano. La imagen era tan conmovedora que Peri a menudo se encontraba a sí mismo sonriendo, su corazón lleno de amor por la pequeña familia que estaban construyendo juntos.
A pesar de los desafíos que aún quedaban por delante, tanto Peri como Adore sabían que estaban en el camino correcto. Dev estaba aprendiendo a ser parte de una familia, una que estaba llena de cariño, comprensión y paciencia. Y mientras él seguía creciendo y cambiando, lo hacían también Peri y Adore, preparándose para el día en que su familia se ampliaría con la llegada de su nuevo bebé.
