"No puedo ser un buen novio si ni siquiera puedo defenderte"
Peri se encontraba tumbado en la cama, las luces del dormitorio apagadas excepto por la tenue luz del baño que escapaba a través de la puerta entreabierta. Aunque todo había salido bien en la barbacoa, no podía quitarse de la cabeza lo que había sucedido con su abuela, Mamá Cosma. Adore había defendido su relación de manera impecable, enfrentándose a su padre con firmeza y elegancia, mientras él... él no había sido capaz de decir nada en su defensa cuando Mamá Cosma la atacó. El peso de esa impotencia lo oprimía, haciéndolo sentir como el peor novio del mundo, o más bien, del universo.
No llevaban ni un año juntos y ya sentía que le estaba fallando a la persona que más amaba. La culpa y la tristeza se mezclaban en su pecho, y aunque intentó distraerse, el sentimiento no hacía más que crecer.
Adore, por su parte, salió del baño, radiante y feliz tras un día agotador pero gratificante. Se acercó a la cama con su habitual gracia y dulzura, sonriendo al ver a Peri. Se inclinó para darle un beso en la mejilla, susurrando con cariño:
-Buenas noches, amor-
Pero cuando sus labios rozaron la piel de Peri, sintió algo diferente. El brillo en sus ojos no estaba ahí, y la calidez habitual de su sonrisa parecía haberse desvanecido. Preocupada, se sentó al borde de la cama, acariciando suavemente su cabello.
-Peri- Dijo con suavidad- ¿Qué te pasa?-
Peri negó con la cabeza, tratando de esbozar una sonrisa que no alcanzó sus ojos.
-Nada, de verdad. Sólo estoy cansado-
Pero Adore conocía a su novio demasiado bien como para creerle. Vio la sombra de tristeza en su mirada, la forma en que evitaba mirarla a los ojos. Se acercó un poco más, insistiendo con esa mezcla de ternura y firmeza que siempre lograba que Peri se abriera con ella.
-Por favor, dime qué sucede. Sabes que puedes contarme lo que sea-
Peri dudó, su corazón latiendo con fuerza. No quería preocuparla, no quería arruinar el buen humor que había visto en ella durante todo el día. Pero también sabía que ocultarle sus sentimientos no haría más que agravar las cosas.
Finalmente, dejó escapar un suspiro, girándose hacia ella con una expresión de profunda tristeza.
-Es que... no puedo dejar de pensar en lo que pasó hoy- Su voz temblaba ligeramente- Tú me defendiste de tu padre, con tanta seguridad, con tanta fuerza... Y yo no fui capaz de hacer lo mismo por ti con mi abuela. Me siento como un desastre, Adore. Ni siquiera llevamos un año juntos y ya siento que soy el peor novio del mundo-
Adore lo miró con ternura, sintiendo su corazón apretarse al verlo tan vulnerable. Se acercó aún más, tomando su rostro entre sus manos, obligándolo a mirarla directamente a los ojos.
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No me hablen de "Amor" {Peri/Poof y tú}
Fiksi Penggemar-¡Es su culpa ella no quiere seguir con el legado familiar!- -¡Bah! Ya no creo en el amor-