Capítulo 3

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POV ____

¡¿Quién carajos era aquel hombre y por qué parecía ser esculpido por los jodidos dioses?! Me dejó algo shockeada su actitud, literalmente arrebató la taza de mis manos cuando se la tendí al señor Stan, definitivamente tenía que tener un alto cargo en la empresa o ser muy amigo de Sebastian para portarse con aquella actitud tan altanera y arrogante.

Regresé a la mesa a preparar otro café para Sebastian, estaba algo confundida, la pregunta aun rondaba por mi mente, ¿Quién era ese hombre? Era tan guapo que debería ser ilegal, tiene unos ojos hermosos que podrían hipnotizarte por completo, todo su rostro era jodidamente perfecto.

Terminé de preparar el café y tomé un panecillo de la charola para llevárselo al señor Stan, al voltear me di cuenta que aquel hombre ya no se encontraba en el pasillo, al igual que Sebastian, así que caminé directamente a su oficina.

-Aquí está su café señor- Le dije al entrar ofreciéndole lo que traía en las manos.

-Muchas gracias preciosa, que amable eres- Respondió él dándole un pequeño sorbo al café –Tienes que pasarme la receta de esto, no sé qué le pones pero es muy bueno enserio- Yo solo reí por el comentario.

-No me molesta hacerle café, pero si insiste le pasaré la receta algún día-

-Oye, por cierto, disculpa la actitud del imbécil de mi amigo, puede ser un completo idiota algunas veces- Soltó en un tono algo más serio.

Así que el dios griego arrogante era su amigo, ¿Trabajará aquí? Deseo con todas mis fuerzas preguntar algo acerca de él pero no lo hice por no querer verme entrometida.

-Descuide, no pasa nada, solo tuve que hacer un café más- Respondí sin darle demasiada importancia, aunque por dentro moría por preguntar aunque fuera su nombre.

Sin muchas más distracciones continuamos con nuestro trabajo, Sebastian continuó analizando un poco del caso que tenía y yo me puse a estudiar los casos anteriores que me entregó por la mañana. Así pasó lo que quedaba de turno hasta que dio mi hora de salida, hoy no tenía muchas ganas de quedarme más tiempo de lo usual ya que me sentía un poco cansada, por lo que decidí que mejor me iría a casa.

-¿Necesita algo más, Sebastian?- Pregunté antes de salir de su oficina.

-No nada, ya puedes irte linda. Hasta mañana- Se despidió con una pequeña sonrisa la cual correspondí antes de salir por completo del lugar.

Fui por mis cosas a mi piso para poder partir finalmente, lo cual hice de forma rápida, me despedí de Darcy que también estaba por irse y salí del lugar sintiéndome tranquila pero un poco cansada, adoraba aprender cada día de lo que Sebastian me enseñaba pero había de admitir que era algo agotador, y ni siquiera era un trabajo completo en sí, tenía que prepararme mentalmente para estas situaciones y saber que me enfrentaría a un gran estrés y presión con cada caso, pero estaba segura de que podría con ello.

El día siguiente llegó con rapidez, me sentía mucho mejor, estaba de mejor ánimo y más descansada, lista para continuar con el trabajo que quedó pendiente el día de ayer, pero como siempre, primero haría las obligaciones diarias que mandaba la señora Greta. Llegué a mi piso saludando a todos con cortesía, después de saludar a Darcy me dirigí con Greta.

-Buen día señorita Jones, ¿Qué pendientes hay para hoy?- La saludé amablemente, ella al escucharme me vio más feo de lo que me ha visto otros días, como si estuviese a punto de saltarme encima -¿Pasa algo?- Pregunté con voz seria sin dejarme intimidar.

-Hoy no tienes ningún pendiente, "niñita"- Comenzó a decirme con sarcasmo y molestia, yo la miré confundida –Te quieren ver en el último piso ahora mismo- Terminó de informar.

Completa adicción | Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora