Capítulo 23

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POV Chris

Un nuevo día comenzaba, las obligaciones en la empresa no paraban, pero tenía un equipo de trabajo bastante capaz y eficiente que me ayudaba a tener todo bajo control. En este momento terminaba de leer uno de los casos que mi chica recién había concluído, me sentía tan profundamente orgulloso de ella, en verdad era la mujer más talentosa que había conocido y no había día que no me enamorara aún más de su inteligencia.

Respecto al trabajo, como ella todavía no estaba titulada, no podía llevar sus casos personalmente en la corte, pero siempre la llevaba conmigo a los juicios para que viera el desarrollo de los mismos.

El día de hoy teníamos que terminar los pendientes un poco más temprano de lo habitual ya que teníamos una junta importante con algunos bufetes de la ciudad, era en un hotel que se prestaba para realizar este tipo de eventos, por lo que debíamos salir con tiempo de sobra para llegar puntuales. Mientras archivaba unos documentos en el mueble del fondo, sentí unas suaves manos en mi abdomen abrazándome, no hizo falta darme la vuelta para saber quién era, sonreí al instante tomando aquellas manos entre las mías.

-¿Sigue muy ocupado, abogado?- Escuché su dulce voz a mis espaldas apretando su agarre, yo me voltee para tener a mi hermosa novia de frente a mí.

-Acabo de terminar, cielo- Respondí tomando su cintura con delicadeza y levantando su barbilla con mi mano libre -¿Te he dicho lo loco que me vuelve cuando me hablas así?- Susurré deseoso rozando mis labios con los de ella.

-Lo has mencionado un par de veces...- Respondió con una sonrisa traviesa juntando sus labios con los míos, la besé con intensidad varios segundos hasta que se hizo presente la falta de aire.

-¿Te he dicho lo mucho que te amo, cielo?- Solté con sinceridad en voz baja apretando su cuerpo contra el mío, la vi sonreír de una forma hermosa y acarició mi rostro.

-Podrías mencionarlo cada segundo y sentiré la misma emoción cada vez que lo digas- Respondió ella con sus ojos brillantes llenos de emoción que me encantaban.

No pude contenerme más y volví a besarla con pasión e intensidad, ella avivaba cada emoción de mi cuerpo, era como una droga de la cual era jodidamente adicto... sin separarnos de aquel beso, caminamos con pasos torpes hacia atrás chocando contra mi escritorio donde la subí de inmediato colocándome entre sus piernas.

-No había dimensionado lo mucho que me encanta hacerte mía en mi oficina...- Dije entre suspiros bajando los besos al cuello de ____.

-A mí también me fascina cariño, pero creo que tendremos que esperar un poco...-Respondió con la voz entrecortada, yo trataba de recobrar lo poco que me quedaba de cordura, sabía que ella tenía razón.

Dejé cortos besos en sus labios y cuello frenando aquella acalorada situación, dejé una caricia en su mejilla y la vi embelesado como el jodido loco enamorado que soy. Quien diría que terminaría de esta forma, de la manera más inesperada... Nunca estuvo en mis planes enamorarme ni amar tanto a una persona, pero supongo que así es como comienzan las mejores historias, porque sin tener que buscarlo, con ella ya lo tengo absolutamente todo.

-Vamos, mi vida...- Susurré dejando un beso en su frente para después ayudarla a bajar del escritorio.

Recompusimos nuestra ropa, entrelacé nuestras manos y comenzamos a caminar hacia la salida de mi oficina.

-Chris...- Detuve mi andar en cuanto escuché la voz de mi chica, voltee de inmediato a verla.

-¿Sí?- Pregunté con gentileza, ella sonrió tiernamente y se acercó hasta estar a centímetros de mí, tocó con ternura mi rostro y me miró a los ojos.

Completa adicción | Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora