𝘐𝘯 𝘔𝘺 𝘋𝘳𝘦𝘢𝘮𝘴 [ ᴄʜᴀᴇʟɪsᴀ ]

|• 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟑 •| ¿𝘌𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘭𝘪𝘣𝘳𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘵𝘢𝘳𝘥𝘦?

Los días pasan tan rápido que ni siquiera me doy cuenta, las semanas parecen hacerse cada vez cortas y el tiempo que pasó con 𝘓𝘪𝘴𝘢 se hace menos. Es entendible, trabajo por aquí, trabajo por allá, la vida normal de una celebridad de cine, ¿No?

Han pasado ya un par de semanas desde que yo di el paso de audicionar para la agencia de mis sueños, la espera se hace algo larga pero me preocupo poco, todo saldré correctamente. Después de las audiciones las modelos y yo regresamos a nuestros horarios, parcialmente todo como antes, muy tranquilo a decir verdad, pero siento que cada vez extraño más a 𝘓𝘢𝘭𝘪𝘴𝘢, ¿Me he vuelto tan cercana y unida  a ella? Yo supongo que sí...

El 𝘵𝘪𝘤 𝘵𝘢𝘤 del reloj en la pared hace eco en mis oídos como si no hubiera más ruido a mi alrededor, que realmente es cierto, porque no lo hay. Poco a poco va callendo la tarde, la luz del sol entrar por la gran ventana de la sala de estar e ilumina toda la habitación, el aire acondicionado hace un ambiente fresco, la suave melodía que reproduce mi teléfono celular es relajante y la soledad es cómoda pero a la vez abrumadora, nunca me había inquietado tanto el hecho de estar sola en mi departamento hasta ahorita, después de acostumbrarme a la compañía de 𝘓𝘪𝘴𝘢 y enfrentarme a la realidad, no siempre la tendría metida en mi casa para pasar el tiempo conmigo...

Llevo como una hora así, recostada en el sofá, mirando hacia el techo y pérdida en mis propios pensamientos. ¿Podía estar tan irritada y aburrida sin la compañia de alguien? Pues si, esa fastidioso estar en esta situación. No habíamos tenido ni una sola llamada, tampoco había recibido algun mensaje de la tailandesa, no desde la noche anterior cuando nos despedimos con el "𝘉𝘶𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦𝘴" antes de finalizar la llamada y dormir.

Hemos estado algo distantes, tiene mucho trabajo, no descansa bien y llega al edificio a altas horas de la noche, me preocupa, por supuesto que me preocupa, mis ganas de abrazarla y hacerle compañia cuando la veo llegar son grandes, pero me contengo de solo pensar en lo agotada que debe de estar o ni siquiera me acerco no queriendo entrometerme cuando la veo bajar del auto a la par con su compañero de trabajo, el joven 𝘑𝘶𝘯𝘨𝘬𝘰𝘰𝘬...

Entre mis pensamientos e ideas el sonido de alguien tocando a mi puerta llama mi atención. ¿Qué hora era? Ni siquiera me había interesado en saberlo antes. ¿Pedi algo a domicilio y no lo recuerdo? Ni idea, me perdí tanto en la nada que no parezco tener la mente totalmente despejada aún. Me levanto del sofá dando un suspiro al aire y voy hacía la puerta sin estar realmente interesada en quien sea, pero, cuando abrí la puerta sorpresivamente una pequeña flor en ramito casi choca contra mi rostro haciéndome dar un salto y provocando que mis los ojos se abrieran de par en par, seguido de eso una linda, dulce, hermosa y familiar risa que me hizo eco en mis oídos y dió calidas palmadas en mi corazón.

—Hola, Rosie posie

—¿Lisa? —Pregunte entre risas, tomando la del brazo y metiendola a mi departamento lo más antes posible asegurandome de que nadie haya visto la escena. —¿Estas demente? —Sonreí

—Es una bonita flor, ¿Verdad? Es para tí, linda

—¿Para mí? —Asintió.

—Siempre fuiste tú la que me dió flores a mí, yo nunca lo había hecho, ya me estaba tardando

El gesto me conmovió, mí corazón salto de alegría y estaba sonriendo como boba enamorada mientras la escuchaba. Era verdad, esa esta la primera flor que me regalaba y recibirla sin idea alguna no pudo alegrarme más el día. Tomé la flor en mi mano y la admire por unos segundos, esparcia un aroma natural muy dulce y era de un color rosa pastel muy hermoso. Mantenía la sonrisa en mí rostro mientras veía la flor y luego dirigía mi vista a ella, dejando el pequeño detalle sobre la mesa de la cocina y atrayendola a mis brazos para abrazarla y besar suavemente su mejilla, volviendo a deleitar mis oídos con su dulce risa de niña pequeña.