𝘐𝘯 𝘔𝘺 𝘋𝘳𝘦𝘢𝘮𝘴 [ ᴄʜᴀᴇʟɪsᴀ ]

|• 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟓 •| 𝘝𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥 𝘢𝘭 𝘢𝘪𝘳𝘦

𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧:

Donde sus risas al unísono parecen interminables, bailar sobre las nubes y perderce en la eternidad era lo que ambas deseaban, ocultarse de la realidad en la dulzura y comodidad de sus sueños. Donde ambas querían estar encerradas en los brazos ajenos que las hacían sentir como en casa, donde ambas estaban dispuestas a vivir un dulce engaño.

Aquella fantasía era para ambas como un final perfecto, donde vivían felices para siempre con su romance de 𝘬-𝘥𝘳𝘢𝘮𝘢 y la persona que siempre habían querido, donde no existían más que ellas y el dulce amor que transmitían, pero, no puedes tener un gran final a mitad de la historia, mucho menos cuando se trata de lo probablemente único que tenían en común aquellas dos, sus 𝙨𝙪𝙚𝙣̃𝙤𝙨.

Que palabra tan desgarradora para ambas, porque posiblemente eso fueron siempre y eso es lo único que serán, solo sueños, lindas fantasía que sus mentes enamoradas creaban al irse a dormir haciendo que nunca quisieran despertar, porque se creaban cada sueño que cada vez olvidaban más su realidad, la de dos chicas enamoradas donde no podían expresarlo libremente, o donde una modelo estaba enamorada de su inalcanzable actriz favorita, su mejor amiga.

Solo en sus 𝙨𝙪𝙚𝙣̃𝙤𝙨...

Tal vez, tal vez no...

Pero sin que ningúna lo supiera estaban a punto de poner todo su mundo de cabeza...

La pareja continuó sus días con total normalidad, como si en ningún momento se hubieran sentido nerviosas al ser descubiertas por una de sus amigas, para su suerte la situación ni siquiera pasó como tema de conversación entre el grupo, todo había seguido tan agradable este par de semanas. Ambas trabajando por su lado y haciendo que el tiempo juntas cada vez parecía ser más escaso, pero eso solo fortalecía sus ganas de verse y tratarse como siempre, como si lo fueran todo.

—Señorita Manobal, por aquí porfavor, solo será una pequeña sesión de fotos para la promoción de la agencia

—Claro, esta bien —Dijo Lisa en un susurro siguiendo a una de las estilistas hacía un pequeño estudio.

Con esto de estar trabajando en una película de la mano de su prometido, 𝘑𝘶𝘯𝘨𝘬𝘰𝘰𝘬, 𝘓𝘪𝘴𝘢 apenas y había tenido tiempo de pasar por la agencia de su propio padre, la habían mantenido tan ocupada entre grabaciones y promociones que sentía un abismo de frustración, pero también un pequeño alivio al saber que podría tomar unos minutos de su tiempo para ir a ver a 𝘙𝘰𝘴𝘦́ a unas habitaciones de las que ella se encontraba ahora, un saludo de lejitos o una linda sonrisa le era más que suficiente para recargar sus energías y seguir con su rutina hasta que pudiera tener a la australiana entre sus brazos. Mientras aquella chica de cabello rubio se colaba en sus pensamientos los estilistas seguían trabajando en ella, su vestuario, maquillaje y accesorios.

—Disculpe la molestia, señorita Lalisa.. —Hablo una de las chicas que ya estaba dando detalles mínimos a su figura —¿Podría retirar la pulsera de su muñeca? Nos gustaría reemplazarlo con un artículo de la empresa para la promoción.