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Después de tres meses con Sunoo, Sunghoon estaba realmente entusiasmado y estúpidamente enamorado del omega. No lo reconocía en voz alta frente a todos, pero realmente sabia que lo estaba.

Terminó contándole a su abuela sobre Sunoo. 

Sus continuas llegadas mucho después de la hora, lo obligaron a hacerlo. Por supuesto que se reservó la parte en la que Sunoo era millonario y Sunghoon lo estaba engañando fingiendo estar forrado de dinero.

Su abuela estuvo feliz, sobre todo cuando le mostró la foto de su lindo omega.

—Es hermoso, cariño.—sonrió la abuela emocionada. Sunghoon sonrió como un tonto orgulloso de la belleza de Sunoo, su omega.

—Puedes traerlo a casa, seguro es mucho más hermoso en persona. Haré galletas de chocolate para el.

Sunghoon nunca le había presentado alguna pareja a su abuela, así que la abuela no dudó en pedirle que pronto lo llevara a casa.

—Tómalo con calma abuela, apenas nos estamos conociendo.—le dijo sonriendo cuando la vio tan entusiasmada con la foto de su bonito omega.

Cuando el alfa llamaba a la abuela para avisarle que llegaría tarde a casa, la abuela siempre le enviaba saludos a Sunoo. Saludos que obviamente jamás llegaban a él, porque Sunoo no sabía de la existencia de su abuela. Habían hablado un par de veces de su familia y Sunoo solo sabía que Sunghoon no tenía a su padres y que se las arreglaba solo.

El alfa no estaba muy orgulloso de todo el asunto, a veces quería decirle a Sunoo la verdad, pero cuando la idea de que Sunoo lo rechazara cruzaba su mente, desistía.

Aún así estaba seguro de que nunca estuvo tan feliz, pero Jay siempre se encargaba de bajarlo de aquellas nubes con comentarios mordaces.

—Sunghoon, está gente es toda igual. No se compromete con nadie que no pueda darle un buen negocio a cambio. Disfrútalo mientras puedas, no habrá más con Sunoo.

—Me ha presentado con sus amigos.—respondió Sunghoon.

—Sus amigos, son iguales a él. No se toman en serio nada. ¿Te ha presentado con su familia?

—Sus padres están fuera y su hermano en un tema difícil.—murmuró.

—¡Oh bien! Cuando te lleve con sus padres, entonces tal vez signifique que en verdad está interesado en ti para algo más. Solo recuérdalo, esta gente difícilmente aceptará que no estés forrado. No quiero desalentarte pero es un mundo cruel.—Jay torció el labio.—Pero eso no importa porque tú no sientes nada por el ¿verdad?—levantó una ceja inquisitivamente.

—Por supuesto...no.—Suspiró el alfa pelinegro resignado.

—¡¡Bien!! Diviértete mientras yo disfruto la cara de imbéciles de esos alfas porque no tienen a Sunoo.Parecen amables pero en realidad quisieran matarte porque tú tienes al omega más deseado y ellos no.—Jay se burló.

Las dudas de esa conversación con Jay se disiparon una tarde en la que Sunoo y Sunghoon retozaban en la cama de un hotel después de haber follado.

—¡Mami!—Sunoo salto sobre la cama desnudo para responder la llamada con un tono mimado.

No, no estoy ocupado. Estoy con un amigo, platicando de nada.

Sunoo ni siquiera lo miró y eso fue todo.

El alfa sintió su pecho hundir, Jay tenía razón. Sunoo y el no eran nada más que una buena aventura. Sunghoon intentó no pensar en ello, no había caso. Le gustaba Sunoo, le gustaba mucho pero incluso rodeado de aquella mentira, tal vez el alfa no significaba mucho para el.

Inocente Mentiroso || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora