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—Kim Sunoo, su nombre es Kim Sunoo.—Jay sorprendió a Sunghoon casi babeando por él omega más hermoso que había visto. Piel blanca, cabello rubio, una pequeña nariz de botón a juego con unos tiernos ojos miel y unos labios abultaditos y colorados que parecían que había mordido una cereza. ¿Su cuerpo? Pequeño y estilizado. ¡Dioses! Es tan hermoso que duele.

Park Jongseong era un cliente frecuente en la agencia automotriz en donde Sunghoon trabajaba de ayudante de mecánico.

Había sido el mejor trabajo que había conseguido, la paga era muy buena y hacía lo que sabía hacer sin poner en riesgo su vida y la tranquilidad de su abuela.

Sunghoon sonrió de vuelta apenado con el cliente que se había vuelto su amigo en los últimos meses—Es muy lindo.—musitó mientras limpiaba sus manos de toda la grasa del auto y volvía a la realidad—¡Tú coché está listo!

—¿Te gusta?—Park Jongseong preguntó divertido.

—¿A quién no?—se encogió Sunghoon de hombros sonriendo.

—Es el hijo menor de los Kim, sus padres son dueños de varios hoteles y negocios de importación en la ciudad. Es todo un niño mimado, como todos esos ricos de mierda con los que ahora tengo que convivir.

—Inalcanzable.—murmuró Sunghoon sonriendo ante la situación.

—No mucho, nada es imposible en esta vida. Si quieres, puedo presentártelo.—Jay alzó una ceja—Aunque...es el típico calientapollas, sabe lo que tiene y se hace el difícil.

—No, gracias.

—¡Vamos Sunghoon! No seas tan aburrido, has pasado por mucho y necesitas un respiro.No estoy diciendo que sea fácil pero al menos podrías intentarlo. Te propongo algo…

Sunghoon rodó los ojos esperando a escuchar la gran idea de su cliente y amigo.

Jay, era un nuevo ricachón que amaba los autos y ambos habían hecho buena amistad después de conocerse en la distribuidora de autos. Tomaban ocasionalmente cerveza juntos y hablaban de autos. Cuando Jay estaba borracho comenzaba a parlotear tonterías de ricos y lo mucho que odiaba que algunos hablaran a su espalda por no haber nacido forrado de billetes. Era muy divertido como se quejaba de los "problemas de ricos" y después lloraba por cualquier cosa. El alcohol no era lo suyo.

En cambio Sunghoon, le había confesado que su vida había sido difícil en los últimos años y que extrañaba a su madre que había muerto el año pasado después de una larga enfermedad.

—El sábado es mi fiesta de cumpleaños, sé que me has dicho que no quieres ir porque te sentirás fuera de lugar pero solo por una noche, sé libre. Te prestaré algo de ropa de marca e irás como uno más. Es muy seguro que Sunoo esté ahí, tenemos algunos amigos en común... nunca se sabe, tal vez puedas platicar un poco con él o solo disfrutar de la fiesta. Siempre está rodeado de sus amigos, es como él omega deseado de la manada, pero jamás lo he visto involucrarse con alguno de ellos. Disfruta de ser la abeja reina rodeada de todos sus zánganos. Puede que tengas suerte por una noche..

—No creo que sea buena idea.

—¡Joder Sunghoon! ¿Tienes algo mejor que hacer? Diviértete un poco, si no quieres hablar con Sunoo no lo hagas. Al menos tendrás buen material para masturbarte cuando estés solo.—Jay elevo las cejas repetidamente burlándose.

—Eres un idiota.— Rió Sunghoon.

—Saca uno de los autos con la excusa de que vas a probarlo y llévalo a esa fiesta.—murmuró el alfa de cabello negro cerca de Sunghoon

—¿Estás loco?—respondió bajo ante su estúpida idea.

—Mira Sunghoon, eres un alfa muy atractivo pero ¿Sabes que es mejor que un alfa atractivo...? ¡Exacto!—Jay chasqueó los dedos—¡Un alfa atractivo con un auto costoso y ropa costosa! Pórtate mal por una vez en tu vida, eres joven. Estás en edad de andar follando con omegas calientes y lo único que haces es trabajar e ir a casa. ¿Al menos miras porno?

Inocente Mentiroso || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora