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Ni-ki estaba viviendo un conflicto, tener a Jake a salvo y cerca de él, era bueno, pero evitar tocarlo, era un martirio.

Ya le había quedado claro que un omega como Jake no era para él, Jake amaba la buena vida y se quejaba todo el tiempo de las malas desiciones que su amigo Sunoo había tomado, no podría enamorarse de alguien como él. El omega podía tomar lo que quisiese y a quien quisiese porque era lindo y de buena familia y a diferencia de Sunghoon, Ni-ki no había fingido estar forrado, por lo tanto era "lo que ves es lo que hay". Un alfa de recursos limitados. Le había dicho mil veces que su padre lo desheredaría si no se casaba con un alfa de buena familia, su padre no era como los padres de Sunoo. Era más bien del tipo estricto.

Aquella mañana que Ni-ki despertó supo que debía terminar con ello por su propio bien. Había sido un buen polvo para ambos y lo tenía claro. Por eso cuando Jake comenzó a adueñarse más de su espacio, conviviendo con su madre y quedándose hasta al amanecer le quedó claro que era lo mejor.

Ya había tenido que explicarle a su madre que lo de Jake no podía ir más allá. El no sería tan tonto como Sunghoon enamorándose de un omega que estaba completamente fuera de los límites.

Para su mala suerte ahora el omega estaba ahí deambulando por su casa, con el grandioso pretexto de estar escondiéndose del idiota de su ex.

Jake intentaba "ayudar" en casa, Sunoo le había aconsejado que lo hiciera, pero resultó que no era tan bueno para las labores del hogar.

La madre de Ni-ki estaba fuera la mayor parte del tiempo y Jake recurría a su mejor amigo para aprender cosas básicas del hogar.

—Jake, te he explicado a detalle cómo se ocupa la lavadora, no puede ser tan difícil.—Sunoo pasó la mano por su rostro exasperado.

—Oh vamos Sun, el modelo es diferente. Si no ayudo en casa estoy seguro que el alfa bruto me echará. Me llamó holgazán.

—No va a echarte. ¡Llevas una semana ahí! Sunghoon dice que le gustas demasiado pero no quiere reconocerlo.

—Si así fuera no me evitaría todo el tiempo que estamos solos.—pataleó Jake.—Ya ha insinuado enfrente de su madre que tengo que irme.

—¿Qué has hecho tú? ¿Quieres irte? ¿Se lo has dicho?—Sunoo hablaba mientras comprobaba que el arroz estaba listo.

—Nada.—se encogió de hombros—El me botó la última vez, si quiere algo que lo pida.

—Jake, las cosas no funcionan así. Ahora que estoy casado lo entiendo, tienes que ceder un poco. Tu, puedes hacerlo. Claro, suponiendo que te interesa hacer algo..—Sunoo sonrió ladeando el rostro.

—No, imposible. Mi padre me mataría, el quiere que me case con un alfa de buena familia.

—¿Qué es lo que quieres tú Jake?

—Sunoo...ese alfa no me interesa.

—¿Jake...?—El omega rubio levantó una ceja.

—Ash, está bien. El alfa esta bueno como el infierno y es...muy bueno en la cama, además de protector pero su carácter es horrible. Me evita todo el tiempo y está enojado todo el día, refunfuñando por todo.

—Tienes que esforzarte más y creo que tiene razón, debes cooperar con las labores del hogar.

Jake comenzó a intentarlo, aprendió con ayuda de su amigo a cocinar en casa.

—¡No me jodas, esto no tiene sal! Está horrible—Ni-ki se quejó después de probar la comida que Jake había preparado en casa.

—Shshsh, lo está intentando—murmuró su madre—no seas gruñón.

Jake salió de la cocina ajeno a la plática entre esos dos.

—¿Qué tal ha quedado?—sonrió—Sunoo me ha dado la receta.

—Está muy bien Jake.—sonrió la mujer.

Jake miró hacia Ni-ki, que evitó su mirada y guardó silencio, luego tomó asiento y probó la comida. Cuando se percató del sabor comenzó a llorar.

—Yo olvide la sal.—sorbió su nariz.—Soy tan tonto, debieron haberlo dicho. ¿Por qué comen esto?

—A todos nos pasa alguna vez.—la madre de Ni-ki tomó la mano de Jake.—No llores cariño.

—No sirvo para nada.

La mujer pateo por debajo de la mesa a su hijo para que la ayudara a animar al omega.

—Deja de llorar Cara de muñeco, no es el fin del mundo. Solo tenemos que poner la sal que olvidaste y ya está.—murmuró alcanzando la sal y agregando a su plato. Después comenzó a comer.

—Me esforzaré más, mañana puedo preparar otra de las recetas que Sunoo me ha dado.

—No es necesario.—intervino el alfa.—Solo busca otra cosa para hacer, yo me encargo de la comida.

Entonces Jake decidió probar con algo más sencillo, lavar la ropa. ¿Qué tan complicado podría ser? Busco un tutorial en YouTube y lo hizo. Seguro que Ni-ki estaría complacido con su trabajo, así dejaría de llamarle holgazán y probablemente se acercaría un poco más.

Cuando la lavadora cumplió su ciclo de lavado, fue por el resultado, estaba entusiasmado por sorprender al alfa pero se llevó una pequeña sorpresa...la ropa estaba teñida de varios colores.

—¿Que demonios hiciste!?—gruñó Ni-ki cuando encontró a Jake sacando la ropa de la lavadora.

—Y-yo no sé lo que pasó, solo le puse jabón.—balbuceó.

—¿No sabes lo que pasó?—ladeó el rostro.—¡Lo que pasó es que has echado a perder la ropa porque combinaste los colores!

—Lo siento, lo arreglaré.—bajo la mirada comenzando a sollozar.—Intentaba ayudar.

—¿¡Ayudar!? ¡No estás ayudando, estás haciendo todo más complicado!

—¡Deja de gritarme! ¿Qué demonios te pasa? Me gritas por todo. Estoy intentándolo, trato de complacerte y tú solo estás de mal humor todo el tiempo, trato de acercarme a ti y me evitas o eres grosero conmigo. No sé qué más hacer para que no me odies. ¡quieres echarme! ¿Crees que no lo sé?—chilló.

Ni-ki se pasó una mano por la cabeza y resopló.—Por supuesto que lo hago, quiero que te vayas. Para ti todo es fácil, invades mi casa con todo tu aroma a omega, te paseas por todos lados con...esa ropa diminuta—agitó una mano hacia la enorme camisa que estaba usando Jake que solo cubría un poco más abajo de su trasero.—¡Maldita sea Cara de muñeco, tienes que irte cuando antes! He estado conteniéndome de las malditas ganas de clavarte con mi polla en el colchón. Tengo un maldito problema de bolas azules gracias a ti, ni siquiera puedo masturbarme en mi propia casa.—Rió amargo—El otro día quería hacerlo, necesitaba una maldita liberación y justo cuando la iba a tener en la privacidad de la ducha ¡tocaste la maldita puerta porque estabas meandote! Por supuesto que estoy de mal humor todo el tiempo y evitándote.

Ni-ki finalmente había explotado, lo había dicho y Jake tardó unos segundos en procesar el asunto antes de responder.

—¿Por qué no lo haces? ¿Por qué no solo.tomas lo que quieres?—se mordió el labio inferior.—Deja de ser un gruñón amargado y hazlo.

—No.

—Hazlo, haz todas esas cosas sucias que tienes en tu cabeza—Jake se sacó la enorme playera y dejó a la vista sus bonitas bragas de satén negro.

—Suficiente Cara de muñeco.—murmuró el alfa.—No lo haré.

—¿A qué le tienes miedo Ni-ki? Lo que sea que te detenga, lo resolveremos después. Yo lo necesito también.

Ni-ki tomó una inhalación profunda y gruñó.—¡Al demonio!

Corto la distancia en unas cuantas zancadas y besó los suavesy pecaminosos labios del omega.

Inocente Mentiroso || Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora