Intrigues of Nobility 〔omega!louis〕

Capítulo Seis

Louis se encontraba disfrutando del picnic organizado por la princesa Margaret en el parque, rodeado de un grupo de omegas. Entre ellos, notó la presencia de otro omega masculino: Ethan, a quien había visto en el baile organizado por Harry y quedado impresionado por su belleza. Tenía el cabello rubio oscuro, ojos marrones rodeados de pestañas arqueadas y unas mejillas eternamente sonrosadas.

—Es agradable ver a otro como yo —comentó Louis, acomodándose junto a él.

Ethan lo miró con curiosidad.

—Le ruego me perdone...

Louis le dedicó una sonrisa con complicidad.

—Me refiero a otro omega masculino.

El joven se sonrojó aún más, si eso era posible, pero respondió con una sonrisa.

—Entiendo. Me presento, soy Ethan Hawkins, Su Señoría. —Hizo una pequeña reverencia con la cabeza.

—Un placer, Ethan. Soy Louis Tomlinson, Barón de... algún lugar —bromeó Louis.

Ethan soltó una risita, que trató de ocultar con un pañuelo.

Era varios años más joven que Louis y parecía infinitamente más hermoso y delicado. Sintió un ligero pinchazo de envidia.

Estaba a punto de retomar la conversación cuando captó las palabras de las otras omegas junto a ellos.

—¿Has notado la ausencia de Lady Genevieve hoy? Normalmente no se perdería una reunión cómo esta.

Margaret se aclaró la garganta.

—Sí, es cierto. Me pregunto si estará ocupada con algún otro compromiso.

Louis conocía la razón de la ausencia de Lady Genevieve; Margaret no la había invitado debido a su estrecha relación con Caroline Styles. Esta decisión resultaba incómoda para él, ya que Margaret ahora lo trataba con excesiva delicadeza, como si fuera una muñeca de porcelana frágil. Era evidente que no había enviado invitaciones a ambas mujeres para evitar una situación incómoda.

Con la mirada baja, Louis se sintió culpable.

—La situación de Lady Genevieve es algo desconcertante, ¿no creen? Quedarse en casa de un soltero con la reputación del Vizconde Styles resulta escandaloso y peligroso —comentó una omega.

—No veo nada malo en ello. Si Lady Caroline lo permite, ¿por qué no? —Refutó otra.

Algunas se voltearon a verla asombradas.

—¡Pero es indecoroso! Una dama de su posición no debería depender de la hospitalidad de un caballero soltero y su hermana.

—Pero considera esto, ¿qué opción tiene Lady Genevieve? ¿Debería quedarse en una posada o en una casa de huéspedes? —Argumentó otra omega llamada Adelaide.

—Estoy de acuerdo con Lady Adelaide. Además, el Vizconde Harry y Lady Caroline son conocidos por su generosidad. No veo por qué debería ser un problema. —Dijo otra, claramente más encariñada con los infames hermanos.

—Sigo pensando que es inapropiado. Una dama debe cuidar su reputación y no exponerse a situaciones comprometedoras.

Louis escuchó atentamente la conversación. La señorita Genevieve le había parecido una dama encantadora, no sentía que fuera merecedora de cotilleos.

Lady Adelaide retomó la palabra.

—Además, ¿han considerado las posibles intenciones del Vizconde? Se rumorea que él y Lady Genevieve se llevan excepcionalmente bien. ¿Qué pasa si hay algo más que hospitalidad detrás de su invitación?