Capítulo Nueve

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Luego de despedirse de Louis, Harry condujo a Nicolas hacia su estudio, donde la luz dorada de las lámparas de aceite iluminaba el ambiente de manera suave y acogedora. Un leve dolor apretaba su pecho por haber dejado al omega en la entrada, aunque confiaba en que estaría en buenas manos bajo el cuidado de su hermana.

—Por favor, cuéntame todo sobre tu viaje y cómo terminaste en manos del Barón Tomlinson —instó Harry, mientras se dirigía a su mesa de licores y servía dos copas de brandy.

Nicolas tomó asiento en el sofá, mirándole con un destello travieso en los ojos.

—O mejor dicho... Louis, ¿no? —añadió con una sonrisa ladina.

Harry rodó los ojos en respuesta al comentario y se acercó al sofá donde había tomado lugar el otro alfa.

—Nos conocemos, Nick —respondió con una leve risa, entregándole una copa.

—Ajá, y yo te conozco a ti, y muy bien —replicó Nicolas con complicidad, aceptando la copa con gratitud antes de darle un sorbo.

Harry asintió con una sonrisa cómplice.

—Vamos, suelta la historia.

El pelirrojo se recostó ligeramente en el sofá, acomodándose para contar su relato.

—Resulta que venía acompañado de Lady Charlotte Scott y Lady Emily Russell. Tuvimos una disputa sobre si debería visitarlas o no, y cuando intenté darles excusas, se enfadaron conmigo y me dejaron en medio del camino. Curiosamente, muy cerca de Palacio, según pude ver —explicó mientras jugaba con la copa entre sus manos.

—¿Y dónde aparece Tomlinson en la historia?

Nicolas, aún con una sonrisa traviesa en el rostro, respondió:

—No seas impaciente, Harry. El Barón casi me lleva por delante con su caballo. Intenté detenerlo a la distancia, pero estaba completamente ensimismado. En fin, cuando me presenté, me ofreció ayuda.

Harry asintió, mostrando comprensión.

—Qué dulce de su parte —comentó con una sonrisa, imaginando la escena del omega llegando al rescate.

Nicolas soltó una carcajada ruidosa, lo que hizo que Harry frunciera el ceño con leve reproche.

—No tienes idea del dulce vestuario que tenía encima —continuó Nicolas, entre risas—. Juro por Dios, nunca he visto a un omega usar algo tan apretado desde que Lady Thompson se atrevió a usar aquel vestido que causó un escándalo en la fiesta de los Grantley. ¡Un regalo para los ojos!

Harry retiró bruscamente la copa vacía de las manos del alfa.

—Controla tus palabras.

Nick, sin amilanarse, respondió con una sonrisa juguetona.

—Solo quiero que sientas envidia de lo que presenciaron mis ojos. Ese traje de montar debería estar prohibido.

El gesto de Harry se endureció, apretando los dientes ligeramente mientras vertía más brandy en las copas. La tensión flotó entre ellos por un momento, cargada con la preocupación y el deseo de Harry de proteger la reputación y el honor de Louis.

—Sé que somos amigos, pero él es un omega. Te pido encarecidamente que muestres respeto hacia él, tanto en mi presencia como en mi ausencia —dijo buscando la mirada de su amigo con seriedad.

El otro alfa observó a Harry por un momento, como evaluando sus palabras con extrañeza, pero asintió con gesto comprensivo.

—Lo siento, Harry. No era mi intención ofender. Tienes mi palabra de que seré más cuidadoso con mis palabras en el futuro —prometió sinceramente.

Intrigues of Nobility 〔omega!louis〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora