Intrigues of Nobility 〔omega!louis〕

Capítulo Siete

La mañana en Grosvenor Park ofrecía una serenidad que parecía envolver cada rincón con un aire de belleza y tranquilidad. Las hojas de los grandes árboles susurraban con la brisa suave, y los rayos de sol que se filtraban entre el follaje creaban un juego de luces y sombras en el sendero de grava. Harry Styles caminaba al lado de su hermana Caroline con su vestido color albaricoque, sosteniendo una delicada sombrilla que protegía su pálido rostro del radiante sol. Su risa, ligera y melodiosa, se mezclaba con el canto de los pájaros.

—¡Qué día tan espléndido! —exclamó Caroline, sus ojos brillando con entusiasmo mientras contemplaba el paisaje que los rodeaba. —Los días en Amberleigh son simplemente maravillosos. No quiero irme nunca.

Harry posó su mano con suavidad sobre la de su hermana, que descansaba en su brazo.

—Sabes que eres más que bienvenida a quedarte todo el tiempo que quieras, —respondió, su tono cálido y protector.

Caroline dejó escapar un suspiro, uno de esos que cargaban tanto de gratitud como de melancolía.

—Lo sé, Harry. Y he pensado que me gustaría invitar a cenar a algunas damas omegas, conocerlas mejor, —dijo, su voz teñida de anticipación y ligera timidez. —Aunque no estás obligado a estar en nuestra presencia, sé que no planeas buscar amistades entre los omegas, —añadió, haciendo una ligera pausa antes de que una chispa iluminara su rostro. —Aunque no te mentiré, he estado albergando esperanzas respecto a ti y Genevieve.

Harry esbozó una sonrisa ligera.

—¿Acaso has olvidado, hermana, que estoy bajo la obligación de considerar la propuesta de su Alteza?

Caroline, sorprendida por su respuesta, apretó suavemente la mano que tenía enganchada al brazo de Harry.

—No puedo creer que lo haya olvidado por completo —replicó ella, sus ojos revelando una mezcla de asombro y remordimiento—. Han pasado semanas, Harry, y como no has mencionado nada, no quise importunarte. ¿Con quién se supone que debes contraer matrimonio?

Harry detuvo su paso por un momento, observando el reflejo del sol sobre la fuente cercana antes de responder.

—Con el barón Tomlinson —pronunció, su voz modulada, pero firme.

Caroline lo miró con una expresión de incredulidad que no pudo ocultar. Sus ojos, habitualmente llenos de vivacidad, mostraron una chispa de sorpresa.

—Bueno... eso sí que es una revelación inesperada —comentó, recuperándose de su asombro—. ¿El sobrino del Rey? No quiero ser grosera, Harry, pero ese joven no parece estar a tu nivel. Además, con todo lo que se comenta... ¿es cierto entonces? ¿Existe realmente algo entre ustedes?

Harry dejó escapar una risa ligera.

—Me resulta curioso que tú, con tu mente tan abierta, puedas opinar así de alguien sin conocerle a fondo.

Caroline respondió con una sonrisa traviesa, su tono cargado de ironía.

—Bueno, casarse con un conservador tiene sus consecuencias, querido. Una no puede evitar que ciertas actitudes se contagien.

Harry, manteniendo una expresión indulgente, hizo un esfuerzo por no rodar los ojos. El matrimonio de Caroline había sido una fuente constante de frustración para él, pues sabía bien que su esposo era un hombre de pensamientos rígidos y escaso carisma.

—Y pensar que todo eso se debe a una unión diseñada más por conveniencia que por afecto —reflexionó Harry en voz baja, la ironía de la situación no escapándole.

Caroline apretó el brazo de Harry con afecto.

—Sabes bien que mamá solo tenía en mente nuestra estabilidad —dijo ella, su tono una mezcla de resignación y cariño—. Aunque debo admitir que su elección fue... desafortunada.