"FESTIVAL DE BERLÍN"

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Lou está acostado en el sillón del hotel, practicando acordes en su guitarra. La melodía es suave, relajante. Lleva unos jeans y una camiseta holgada, en modo total de relajación, mientras juega con las notas de una canción que está intentando sacar. La puerta del baño se abre, y Marius sale, con el cabello aún húmedo y el celular en la mano..

-¡No puede ser! Me han mencionado en al menos 50 publicaciones en los últimos cinco minutos. Estoy a punto de tirar este teléfono por la ventana.

Lou no levanta la vista, sigue tocando suavemente su guitarra, pero sonríe.

-Acostúmbrate, Marius. Desde ahora los fans no van a parar de molestarnos... hasta que se olviden de nosotros, o algo así.

-¡Pero es demasiado! Nunca he sido tan viral en mi vida. Es como si todos hubieran decidido que soy su nuevo juguete de moda o algo.

Lou sigue tocando, tarareando una melodía, ignorando deliberadamente la queja de Marius.

-¿Me estás ignorando ahora?

-No te ignoro. Solo estoy tocando la canción de tu drama. "El Lamento de Marius", en Do mayor.

Marius tira una almohada en dirección a Lou, pero este la esquiva sin dejar de tocar.

-¡Ey! ¡No me ataques! Mis ojos azules son sensible.

-Es que no puedo más, Lou. No quiero ser "el viral del mes". Tengo ganas de desaparecer del planeta, esconderme en una cueva.

-¿Desaparecer? ¿Y dejarme solo con toda esta locura? Que buen novio eres.

-¡Pero tú te lo tomas todo tan tranquilo! Yo no puedo. Me satura, joder. Mira esto. - Le muestra el móvil a Lou, deslizando por las notificaciones interminables.

-Ya, ¿ves? Te lo dije. Esto es solo el principio. La fama no se acaba hasta que hacen memes de nosotros.

-¿Memes? Oh no, no me digas que eso viene después...

-Oh, sí. Te lo aseguro. Primero vienen las menciones, luego los memes... y después los edits de TikTok. Prepárate para verte bailando en cámara lenta con fuegos artificiales de fondo.

-¡Esto es una pesadilla!

-El precio de ser una estrella, Marius. El precio de ser... una leyenda.

-¿Una leyenda? Vale, ahora estás exagerando, Goossens.

-Bueno, si tú no lo aceptas, yo lo haré por los dos. Alguien tiene que ser la leyenda de la relación.

-Eres imposible.

-No imposible, solo... inevitable -sonriendo.

Marius niega con la cabeza, pero no puede evitar sonreír mientras se deja caer en la cama, mirando el techo.

-Tal vez debería apagar el teléfono un rato. Quizás eso me haga sentir menos... acosado.

-¿Desconectar del mundo? ¡Qué concepto tan radical! ¿Sos de extrema derecha?.

-Eh, no todos podemos ser tan zen como tú. Yo necesito un respiro de... todo esto.

-Pues, venga, desconéctate. Ya lo hicimos bien por hoy. Se lo merecen, ¿no? -poniendo la guitarra a un lado.

-Sí, supongo que tienes razón.

Lou se levanta del sillón y camina hacia la cama, sentándose al borde. Ambos se quedan en silencio por un momento, sintiendo el alivio de estar lejos del caos del mundo exterior.

-Solo recuerda, en medio de toda esta locura... yo estoy aquí. No tienes que lidiar con esto solo.

-Lo sé. Gracias, te quiero.

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