♡ I REALLY LOVE YOU ♡

"FESTIVAL DE BERLÍN VI"

Lou se despertó en el sillón, parpadeando con pesadez mientras intentaba comprender por qué había cajas de pizza y botellas de soda esparcidas por la mesa frente a él. Se frotó los ojos y se incorporó, sintiendo los músculos entumecidos después de una noche durmiendo en una posición incómoda. No recordaba nada de esas cajas ni cuándo habían llegado.

En ese momento, Marius apareció en el marco de la puerta de las habitaciones, ya cambiado y con el cabello ligeramente despeinado.

—Buenos días —saludó con una sonrisa perezosa.

—Eh, buenos días.

Lou señaló con la cabeza hacia las cajas de pizza y la soda, arqueando una ceja.

—¿Qué pasó anoche? ¿Acaso tuvimos una fiesta y no me enteré?.

—Tú te quedaste dormido bastante temprano, así que Saar y yo pedimos pizza.

Lou se quedó mirando a Marius con incredulidad.

—¿Comieron pizza sin mí? ¡¿En serio?! Se supone que siempre comemos pizza juntos. ¡Es como... nuestra cosa!.

Marius levantó las manos, intentando calmarlo.

—Relájate, Lou. No fue gran cosa. Tenías pinta de estar súper cansado, y además, ya estaba todo pagado. No pensé que te importaría tanto...

Lou se levantó de golpe del sillón, fulminando a Marius con la mirada.

—¡Claro que me importa! ¿Cómo no me iba a importar? ¡Siempre hemos comido pizza juntos! Es una tradición, Marius. Es lo único que mantenemos como nuestro, y tú decides romperlo porque... porque... ¡porque Saar estaba aquí y era más divertido!

—¡No es eso! —Marius cruzó los brazos, mirando a Lou con un gesto de frustración —No quería despertarte solo para comer pizza, ¿vale? No iba a molestarte por algo tan tonto.

—¡No es tonto! —gritó Lou, sintiendo una mezcla de enojo y decepción —Es lo único que tenemos tú y yo que siempre ha sido nuestro. Pero parece que no te importa en absoluto. ¿Acaso Saar es tan importante que ahora incluso prefieres hacer todo con ella?.

—No es cuestión de preferir —respondió Marius, levantando un poco la voz también —Simplemente, estábamos hambrientos y tú no estabas disponible. No entiendo por qué haces tanto drama por esto.

—Claro, es que siempre tengo que ser yo el que haga un drama, ¿verdad? Pues, ¿sabes qué? La próxima vez que ordenen pizza sin mí, mejor avísame de antemano. Así ya me hago a la idea de que no me necesitan.

—Lou, no seas ridículo —respondió Marius, sintiéndose impotente —No es que no te necesite. Eres mi mejor amigo, pero no tiene sentido que te enojes así solo por unas pizzas.

—No se trata solo de la pizza, Marius. Es el hecho de que ni siquiera te molestaste en pensar que me molestaría. Que era algo especial, y simplemente lo dejaste pasar.

—Está bien... la próxima vez te juro que no pediré pizza sin ti. Pero por favor, no pongas esa cara de cachorro abandonado.

Lou suspiró, dejando caer los hombros.

—Más te vale.

Lou salió del baño secándose el rostro con una toalla, todavía con la mente dando vueltas por la reciente conversación con Marius. Mientras se dirigía a la cocina, escuchó a su compañero hablando por teléfono en voz baja, mencionando el nombre de Saar y riendo con una comodidad que lo hizo sentirse extraño.

Ignorándolo, se puso a preparar el desayuno, sirviendo café y cortando un poco de pan. Marius terminó la llamada y se acercó.

—Oye, Saar consiguió entradas para ver a Helene Fischer —comentó, como si fuera algo casual—. Estará en Berlín durante el festival. ¿Te apuntas?